Cerveceros alemanes se enfrentan a nuevas alzas por la incertidumbre del gas

ARCHIVO - Un trabajador de la cervecería Veltins, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, controla la calidad del embotellado. Los elevados precios de la energía suponen un reto para las cerveceras alemanas, y las consecuencias de la pandemia aún no se han superado, por lo que se pronostica un alza de los precios que pagarán los consumidores. Foto: Bernd Thissen/dpa

Si bien Alemania levantó las restricciones asociadas con la pandemia de coronavirus en el sector de la restauración y la hostelería, el Día de la Cerveza Alemana, el 23 de abril, se celebrará nuevamente en un ambiente poco optimista.

«El año 505 después de la fundación de la Ley de Pureza alemana (Reinheitsgebot) quedará grabado a fuego en la historia de la industria cervecera», dijo Michael Huber, director de la fábrica de cerveza Veltins.

«Para muchos cerveceros regionales, la presión en el departamento de contabilidad es mayor que en las calderas», añade.

Según los expertos del sector, los consumidores deberán enfrentar el aumento de precios de la cerveza en el comercio, anunciadas desde hace tiempo.

Como en muchos otros sectores de la economía, la preocupación por la subida de los precios de la energía y la posible congelación del suministro de gas están teniendo un efecto dominó en los proveedores de la industria cervecera.

«Por desgracia, ya estamos acostumbrados a los cuellos de botella en el suministro y el aumento de los costos, pues la crisis del coronavirus golpeó duramente al sector cervecero. Pero lo que está ocurriendo ahora mismo supera cualquier análisis», señaló Holger Eichele, director de la Asociación Alemana de Cerveceros.

«Estamos registrando un aumento de precios sin precedentes en las materias primas, los envases, la energía y la logística», añadió.

Según Eichele, los precios se dispararon especialmente en el caso de la malta para cerveza y el vidrio nuevo. Especialmente los pequeños cerveceros sin contratos de suministro a largo plazo ni cobertura de precios están teniendo problemas para mantenerse a flote.

En las últimas décadas, la mayoría de los cerveceros transformaron sus calderas a gas, lo que genera también una preocupación por una posible interrupción del suministro a causa del ataque ruso a Ucrania. 

Rusia es el segundo mercado de ventas de cerveza alemana en el extranjero, después de Italia, y se consideraba uno de los mercados de crecimiento más prometedores de la industria cervecera germana.

Según la Asociación Alemana de Cerveceros, el año pasado se exportaron a Rusia unos dos millones de hectolitros de cerveza. Esto representa algo menos del 13 por ciento de las exportaciones de cerveza alemana.

Actualmente, las exportaciones a Rusia se encuentran casi completamente paralizadas. «Se detuvieron por muchas razones», describe Niklas Other, editor de la revista «Inside», especializada en el sector de las bebidas.

«Las grandes cerveceras, por ejemplo, se abstuvieron deliberadamente de hacerlo a causa de la guerra, y las exportaciones ya no son viables debido a la enorme devaluación del rublo o a los problemas de transporte», explica.

«Detuvimos inmediatamente todas las inversiones en el mercado ruso cuando comenzó la guerra en Ucrania. También dejamos de exportar nuestros productos a Rusia», explica Axel Dahm, portavoz del grupo cervecero Bitburger. El objetivo es «apoyar la actual política de sanciones con nuestros recursos», agrega.

Otras cervecerías, como Erdinger Weissbräu, Krombacher o el grupo Radeberger interrumpieron sus exportaciones a Rusia.

Eichele no se atreve a pronosticar cuántos litros de cerveza se venderán este año en Alemania y en el extranjero. «Estamos conduciendo a gran velocidad a través de un muro de niebla», enfatizó. dpa.

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