
La moción conjunta del Gobierno alemán y de la oposición conservadora a favor de la entrega de armas pesadas a Ucrania recibió hoy el apoyo de una amplia mayoría de 586 votos en el Bundestag (Parlamento), pese a lo cual el Ejecutivo tuvo que hacer frente a numerosas críticas.
Los diputados pidieron al Gobierno Federal que «continúe y, en la medida de lo posible, acelere, la entrega de los equipos necesarios a Ucrania, ampliando también la entrega para incluir armas pesadas y sistemas complejos».
La capacidad defensiva de Alemania en el marco de la OTAN no debe ponerse en peligro en el proceso, se indica en el documento. Votaron en contra 100 diputados y 7 se abstuvieron.
Aunque la iniciativa era respaldada tanto por los tres partidos de la coalición de gobierno (socialdemócratas, verdes y liberales) como por la alianza conservadora CDU/CSU, esta última no ahorró críticas al Ejecutivo por dejar pasar semanas antes de tomar una decisión.
El líder del grupo parlamentario de la CDU/CSU, Friedrich Merz, acusó al canciller Olaf Scholz de «vacilación, procrastinación y cobardía».
Por su parte, el copresidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Lars Klingbeil, acusó a Merz de querer sacar rédito partidista en vez de aprovechar la ocasión para hacer un discurso de Estado.
La CDU/CSU y otros partidos también criticaron a Scholz por haber viajado a Japón coincidiendo con la votación en la Cámara.
El canciller había rechazado previamente las críticas en una entrevista y asegurado que el hecho de que no hiciera lo que «algunos de estos chicos y chicas» quieren -en alusión a los diputados de la oposición- es una muestra de su liderazgo.
«Limitarse a hacer lo contrario de lo que los miembros del Bundestag alemán consideran correcto tampoco es una expresión de liderazgo», le respondió Merz. Este uso del lenguaje es «más bien un signo de inseguridad y de debilidad».
También calificó de «tan irresponsables como erróneas y engañosas por nuestra propia experiencia histórica» las declaraciones de Scholz de hace unas semanas, antes de cambiar de postura, acerca de que el suministro de armas alemanas podría desencadenar una tercera guerra mundial.
Klingbeil agradeció que los grupos parlamentarios de la coalición de gobierno y de la oposición hayan presentado una moción conjunta, porque envía una clara señal al líder del Kremlin, Vladímir Putin, y a la población de Ucrania, «de que estamos en el lado correcto de la historia como Bundestag alemán».
El Gobierno alemán también recibió un respaldo explícito a todas las medidas adoptadas hasta el momento, incluidas las sanciones contra Rusia, la ayuda en las investigaciones sobre crímenes de guerra y la ampliación de las infraestructuras alemanas para dejar de depender del suministro energético ruso.
«El Bundestag alemán condena enérgicamente la brutal guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. De este modo, Rusia infringe de forma flagrante el derecho internacional y humanitario e intenta destruir de forma permanente el orden de paz europeo», afirma la moción.
La nota más discordante procedió de los partidos del extremo del arco político. Dietmar Bartsch, líder del grupo parlamentario de La Izquierda, advirtió del riesgo de una guerra nuclear como consecuencia de la entrega de armas a Ucrania.
Por su parte, el líder del grupo de la Alternativa para Alemania (AfD), Tino Chrupalla, consideró que la moción «prolongará la guerra en Ucrania y podría convertirnos en una parte beligerante en una guerra nuclear».
La iniciativa parece «la declaración de adhesión a una guerra», criticó el político, que exigió que Alemania vuelva a mantener buenas relaciones con Rusia. dpa