Una denuncia del exgerente de la empresa pública Yachay, Héctor Rodríguez Chávez en contra de Ana Belén Cordero (Asambleísta por CREO) por supuesta deshonra y descrédito por parte de la legisladora no podría seguir el trámite correspondiente.
Por esta razón el juez del Corte Nacional de Justicia, Felipe Córdova solicitó a la Asamblea que se permita proseguir con el proceso, pero para esto deberá pedir «autorización» al Legislativo para proseguir con su accionar.
Rodríguez Chávez se amparó en el artículo 396, numeral uno, del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que indica que la pena privativa de libertad para quien incurra en este delito es de 15 a 30 días de cárcel por deshonra o descrédito.
La petición del juez Córdoba se da también porque dentro del marco jurídico que establece la Constitución en su artículo 128 indica que los asambleístas durante el ejercicio de sus funciones; no serán civil ni penalmente responsables por las opiniones que emitan, ni por las decisiones o actos que realicen en el ejercicio de sus funciones, dentro y fuera de la Asamblea Nacional.
Si la solicitud del juez no es contestada en un plazo de 30 días, se supondrá concedida. En ese caso, sólo se le podría enjuiciar en caso de delito flagrante o sentencia ejecutoriada.
Universidades «emblemáticas»
La denuncia de Rodríguez Chávez contra Cordero se dio en marco de una resolución de la Comisión de Fiscalización sobre irregularidades de las universidades consideradas «emblemáticas» durante el gobierno de Rafael Correa.
Ana Belén Cordero expresó que: «No me intimidarán y seguiré fiscalizando todo aquello que me corresponda». Mientras Rodríguez Chávez sostiene que: «Mi nombre me lo he ganado con honor, con trayectoria limpia y estas publicaciones, hechas en redes sociales, son hechos que en materia de libertad laceran mi honra y dignidad, lo que perjudica mi estima y mi reputación».
El juicio originalmente estaba en manos de una juez de la Corte Provincial de Pichincha que se abstuvo de seguir con el caso debido al afuero de la Corte que cubría a la asambleísta.
