El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, confirmó hoy sus planes para endurecer la legislación sobre competencia respecto a las empresas petroleras y sus beneficios extraordinarios.
«Estamos haciendo una ley de competencia con garras y dientes», dijo Habeck a la radio Deutschlandfunk.
Añadió que su intención es presentar la propuesta «lo antes posible», cuya aprobación consideró más probable que un impuesto sobre los mencionados beneficios, al que se opone uno de los socios de la coalición de Gobierno, el Partido Liberal (FDP).
El ministro ecologista opinó a su vez que carece de sentido tratar de buscar culpables dentro de la propia coalición (conformada además del FDP y Los Verdes por el Partido Socialdemócrata) sobre el fracaso de la rebaja fiscal a los carburantes en los precios de estos en las gasolineras.
Según los términos de la misma, que entró en vigor el 1 de junio y fue aprobada para paliar la inflación, se contempla un descuento de 35,2 céntimos de euro por litro para el E10 y de 16,7 céntimos para el gasóleo.
Los primeros datos de la Oficina Federal de la Competencia mostraron que las diferencias entre los precios del crudo y los ofrecidos en las gasolineras habían aumentado de forma considerable desde principios de este mes.
Pese a reconocer que la medida nunca fue un deseo de Los Verdes, el ministro acotó: «Pero si una idea no tan buena sale mal, por supuesto que hay que seguir ayudando».
De acuerdo con los planes del Ministerio de Economía, la reforma permitiría despojar a las empresas petroleras de sus beneficios extraordinarios sin la necesidad de tener pruebas de abuso de mercado, e incluso disolverlas.
El objetivo es hacer frente a la concentración de empresas en los mercados de los hidrocarburos y las gasolineras, así como acceder de manera más rápida a los posibles beneficios extraordinarios de las mismas.
Habeck reconoció que actualmente se puede acceder a los beneficios extraordinarios de las petroleras, pero que resulta difícil debido a la falta de pruebas y a que las empresas del sector conocen lo que hacen sus competidores dada la transparencia del mercado. Por ello, defendió la necesidad de reformar la legislación vigente.
«La política no está tan indefensa como a veces se piensa», opinó. dpa