Rochester, Estados Unidos
Una vez más, el País está bajo amenaza por obra y gracia de un puñado de ignorantes cuya visión del mundo es tan limitada como sus aspiraciones. Educados o mejor dicho adoctrinados bajo el ideario marxista, cometen el error esencial de tomar la parte por el todo para sostener que su etnia es lo único que existe y tiene derecho a imponer su voluntad a un País mixto y diferente desde hace siglos.
Su estrategia obstruccionista y simplona, basada en la violencia y la impunidad que creen merecer, tiene como respaldo una pléyade de compatriotas primitivos y manipulados.
Como toda minoría, se creen elegidos y designados para llevar a cabo una tarea santa que les permita volver al pasado e imponer sus arcaicas expectativas al resto. A decir verdad, su posición tozuda ha generado y genera serios problemas para la gobernabilidad de un país debilitado por sus actuaciones destructivas, conspiraciones permanentes e incapacidad para entender la evolución del mundo.
El problema racial que ponen sobre la mesa es un problema tan viejo como el mundo, y cuya realidad es inocultable. Sin embargo, su peculiaridad estriba en la incapacidad manifiesta para integrarse al mundo moderno. Orgullosos y atrapados en sus tradiciones, tienen actitudes distintas frente al presente, pero en su mayoría apoyan ciegamente a sus líderes por solidaridad antes que por conocimiento ni convicción. Conocen muy poco de números, de economía ni de gobernabilidad, son gregarios, caudillistas y sectarios. Esa es su fuerza y también su debilidad. Su visión de corto plazo ha sido aprovechada con frecuencia por los populistas y los movimientos desestabilizadores para hacer bulto e imponer condiciones. Y lamentablemente, su presencia permanente contrasta con la ausencia del resto del País cuando de movilizarse y reclamar derechos se trata.
Mucho puede decirse en su defensa, con argumentos históricos, humanos y jurídicos. Sin embargo, el sometimiento histórico no le corresponde únicamente al conquistador español, pues su esquema sociopolítico era vertical desde épocas ancestrales.
Hubo únicamente un cambio de amos en un sistema semi-esclavista imperante desde hace siglos. La lucha que proponen es por tanto una carga histórica para ellos, no para el resto. Mucho se ha dicho y escrito al respecto. Pero independientemente del pasado, en el presente han generado un amplio rechazo con sus actitudes vandálicas e irracionales.
Para todos los gobiernos, el manejar sus demandas ha sido un problema de largo alcance. De poco sirve esgrimir la importante cantidad de tierra que les ha sido entregada por distintos gobiernos, de nada sirve invocar una reforma agraria que tuvo cierto éxito en la sierra y fue un fracaso en las demás regiones. Nada les es suficiente.
El hecho cierto es que están allí, envalentonados, extremistas, necios y exigentes. Al gobierno actual le corresponde enfrentarlos con firmeza y destreza, porque mientras no entiendan que su rol no es sino el de una minoría con aspiraciones desmedidas seguiremos chantajeados por unos pocos líderes venales, violentos y primitivos. Mientras más rápido lo entiendan, mejor !
