Un hito arquitectónico: cómo modificaron los JJ.OO. a Múnich en 1972

ARCHIVO - Una familia mira hacia el norte desde la plataforma de la colina olímpica hacia el techo tipo carpa del parque olímpico. Un hito arquitectónico: cómo modificaron los JJOO a Múnich en 1972. Foto: Felix Hörhager/dpa

¿Cómo moldean los Juegos Olímpicos una ciudad? Los Juegos de Múnich 1972 representan un ejemplo muy ilustrativo de este fenómeno, ya que dejaron una fuerte marca en la arquitectura de la capital bávara. 

Medio siglo después de que se celebrara el evento internacional, el Parque Olímpico, con su aireado techo tipo carpa, se convirtió desde hace tiempo en un emblema de la ciudad como la tradicional fiesta de la cerveza (Oktoberfest) o la Catedral (Frauenkirche), así como en una de las obras maestras de la arquitectura del siglo XX. 

Y los Juegos Olímpicos de Múnich modificaron también claramente la región. La infraestructura metropolitana fue construida en gran parte antes del gran evento en 1972.

La adjudicación de los Juegos Olímpicos provocó un auge de la construcción sin precedentes en todo Múnich -y mucho más allá- a finales de los años 60 y principios de los 70.

Se llevaron a cabo grandes proyectos, como el nuevo metro y la construcción del tren urbano (S-Bahn) en los suburbios de Múnich. La red estuvo lista antes de los Juegos y fue esencial para el evento deportivo.

«En los 17 días durante los Juegos Olímpicos fueron transportadas más de tres millones de personas», recuerda el operador de esta red ferroviaria de transporte metropolitano. Los Juegos Olímpicos de Múnich se celebraron entre el 26 de agosto y el 11 de septiembre de 1972.

Asimismo los Juegos adquirieron enorme relevancia para la construcción de viviendas y apartamentos para estudiantes. La Villa Olímpica ofrece hasta día de hoy codiciados espacios habitacionales para miles de muniqueses, además de los apartamentos construidos en otros puntos.

En definitiva, prácticamente todas las instalaciones continúan siendo asiduamente frecuentadas después de medio siglo, no solo porque el Pabellón Olímpico es uno de los lugares de celebración de eventos más importantes del sur de Alemania y el Parque Olímpico de Múnich se convirtió en un lugar muy popular para el ocio.

A lo largo de la historia olímpica, no todas las ciudades organizadoras consiguieron hacer un uso sostenible similar de su arquitectura olímpica.

En una de las principales plazas de la ciudad, Karlsplatz, también conocida como Stachus, es el punto de partida de otro logro que se hizo realidad pocas semanas antes de los Juegos Olímpicos: la zona peatonal del centro de Múnich.

Mientras tanto, el Parque Olímpico no solo es muy querido por los muniqueses sino que también les resulta muy caro. Porque la otra cara de la moneda de los edificios olímpicos que siguen intensamente en uso es que deben implementarse una y otra vez grandes proyectos de modernización.

Por ejemplo, el famoso techo del Estadio Olímpico diseñado por el arquitecto Frei Otto, que inicialmente debía tener una vida útil de 15 años, deberá ser sometido en los próximos años y por segunda vez a amplias reformas de saneamiento.

Los costos estimados, de 84 millones de euros (unos 87,7 millones de dólares), podrían ser solamente el valor de partida, en un momento en que los precios de la construcción se elevan de manera drástica. 

En algunos años podrá establecerse si, y en caso afirmativo cuándo, Alemania postulará al Parque Olímpico como Patrimonio Mundial de la Unesco, una iniciativa que ya es impulsada por la ciudad de Múnich y el estado federado de Baviera. dpa

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