El canciller alemán, Olaf Scholz, consideró hoy que tanto Alemania como el conjunto de la Unión Europea (UE) están bien preparadas ante una posible interrrupción del suministro de gas procedente de Rusia.
En declaraciones realizadas al margen de la cumbre de la UE que se desarrolla hoy en Bruselas, explicó que se han realizado todas las acciones para importar energía de otros países. «Se trata de un esfuerzo que ahora debe acelerarse de nuevo», dijo.
«Pero nos apoyaremos los unos a los otros (para hacerlo)», agregó.
Está previsto que la escasez de gas en Europa y el aumento de los precios de la energía sean también un tema de la cumbre del Grupo de los Siete (G7), que Scholz presidirá a partir del domingo en el castillo de Elmau, situado en los Alpes bávaros, en el sur del país.
El Gobierno alemán activó el jueves la fase de alarma del plan de emergencia del gas en respuesta a la continuada reducción del suministro por parte de Rusia, a través del gasoducto más importante, Nord Stream 1.
La empresa estatal Gazprom solo bombea ahora un máximo de 67 millones de metros cúbicos al día en lugar de 167 millones. Rusia afirma que la reducción es consecuencia de las sanciones occidentales por la invasión rusa a Ucrania.
El plan de emergencia tiene tres niveles y el de alarma declarado ahora es el segundo. El tercero sería el nivel de emergencia.
El Ministro de Economía, Robert Habeck, instó a empresas y consumidores a ahorrar gas. «El gas es un bien escaso en Alemania a partir de ahora», comentó. «Actualmente, la seguridad del suministro está garantizada, pero la situación es tensa», agregó Habeck.
Proveedores de energía y políticos alemanes ven con preocupación los diez días de mantenimiento rutinario del gasoducto Nord Stream, que comienza el 11 de julio. Cuando se le preguntó si temía que Rusia no suministrara más gas después de eso, Habeck dijo a la emisora RTL: «Tendría que mentir si dijera que no».
La Agencia Federal de Redes de Alemania también alertó hoy de la posibilidad de que Rusia corte por completo el suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream 1, por lo que el país debe contar con problemas de abastecimiento ya en invierno.
«No podemos descartar el cierre», declaró el presidente de la entidad, Klaus Müller, a la televisión pública alemana ARD.
Explicó que, en consecuencia, la citada agencia ha calculado varios escenarios posibles: «La mayoría de los escenarios no son bonitos y significan o muy poco gas al final del invierno o ya -situación muy difícil- en otoño o invierno».
Müller hizo un llamamiento para lograr un mayor ahorro de energía: «Todo el mundo, tanto en la industria como en la vida cotidiana, puede contribuir a ello, y sí, esto también incluye la alcachofa de la ducha, bajar un poco la calefacción, todo esto ayuda».
En cualquier caso, añadió, hay que contar con que los precios al consumo podrían duplicarse o triplicarse, en función de las viviendas. Recomendó que los ciudadanos ahorren dinero y hablen con los arrendadores de cara al otoño. «Todavía se puede hacer algo ahora», opinó.