Europa podría tener en el futuro veranos e inviernos más secos, según un estudio climático elaborado por el servicio meteorológico alemán (DWD) sobre la sequía en el continente.
El informe dado a conocer hoy, prevé que las precipitaciones en la región mediterránea disminuirán a largo plazo, y que su alcance dependerá del nivel de calentamiento global. Asimismo se espera un aumento de la sequía en Europa Central y especialmente en Europa Occidental.
Los expertos apuntaron que desde la primavera europea de este año, Europa experimentó una sequía generalizada que afectó significativamente a los niveles de agua y de la agricultura. Esta situación provocó restricciones en el uso del agua.
El informe del DWD agrega que algunas partes de Europa también estuvieron secas durante el invierno, incluido el norte de Italia. El Mediterráneo central registró su cuarta primavera más seca desde 1901, mientras que en Alemania casi todas las primaveras fueron demasiado secas desde 2009.
Según los meteorólogos germanos, la sequía también podría producirse en amplias zonas de Europa durante los próximos tres meses. Los cálculos iniciales sugieren que volverán a ser más secas que la media a largo plazo para el periodo comparable de 1991 a 2020.
De acuerdo con el informe, se observó un déficit de precipitaciones en casi todas las once regiones europeas estudiadas. Solo los países bálticos y escandinavos no sufrieron una escasez de lluvias en los últimos meses.
En tanto, el valle del Po, en el norte de Italia, que actualmente sufre una grave sequía, registró precipitaciones por debajo de la media desde agosto de 2021, con excepción de noviembre de 2021.
La mayor cantidad de precipitaciones en la región suele producirse entre mayo y noviembre, pero desde agosto de 2021 cinco de estos meses solo aportaron entre el 50 y el 75 por ciento de las precipitaciones usuales.
El estudio climático también observa que Europa Central registró lluvias por debajo de la media desde el pasado mes de septiembre, con excepción de febrero de 2022. En tanto, el mes de marzo fue excepcionalmente seco, con solo un tercio de las precipitaciones habituales. dpa