Burkina Faso sufrirá en los próximos meses una crisis humanitaria «sin precedentes», con 3,45 millones de personas que padecerán inseguridad alimentaria severa agravada por los continuos ataques yihadistas, informó hoy la ONG Médicos del Mundo.
«Según los resultados del Cadre Harmonisé (CH) de marzo de 2022, marco analítico sobre seguridad alimentaria, 3,45 millones de personas padecerán inseguridad alimentaria severa (fase 3+ del CH) durante la temporada en la que no hay cosecha (de junio a agosto) de 2022, incluyendo 630.000 al borde de la hambruna», declaró la ONG en un comunicado.
«Cinco provincias se encuentran en la llamada fase crítica (fase 4), la última antes de la hambruna», agregó y más de 2,5 millones de personas no tienen acceso al agua mínima necesaria «debido, entre otras cosas, a los ataques y la destrucción de los puntos de agua».
Según el informe del Consejo Noruego para los Refugiados sobre las crisis más desatendidas del mundo, publicado el pasado junio, por primera vez los diez primeros puestos son países africanos, siendo Burkina Faso el que ocupa el segundo lugar, por delante de países como Sudán del Sur y Mali, y solo por detrás de la República Democrática del Congo (RDC).
«A pesar de esta dramática situación, la financiación disponible para hacer frente a la crisis humanitaria en el país es solo el 15 % del presupuesto necesario para 2022», advirtió Médicos del Mundo.
«Las agencias de la ONU y las ONG que trabajan en Burkina Faso estimamos que existe un déficit de 92,6 millones de dólares para llevar a cabo las acciones humanitarias mínimas esenciales para hacer digna la vida de las personas», agregó al pedir una mayor movilización para responder a esta «crisis humanitaria sin precedentes».
La guerra en Ucrania ha ocasionado una fuerte caída de la ayuda internacional para el continente africano, pues muchos donantes han indicado que recortarán su financiación para África en favor de las necesidades del país europeo.
El pasado mes de abril, Oxfam, junto con otras diez ONG internacionales, advirtió de que la región de África occidental está experimentando su peor crisis alimentaria en diez años, con 27 millones de personas que padecen hambre.
Asimismo, en un informe publicado este martes, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) advirtió de que la escasez de fertilizantes, también ocasionada por la guerra en Ucrania, podría reducir la producción de cereales en la región en un 20 % por el déficit de fertilizantes en la región.
Según datos de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), seis países de África occidental importan de Rusia o Ucrania al menos el 30 % del trigo (Burkina Faso y Togo) e incluso más del 50 % (Senegal, Liberia, Benín y Mauritania).
«El conflicto en Ucrania está agravando las crisis humanitarias, especialmente en el Sahel», declaró la coordinadora de Médicos del Mundo en Burkina Faso, Erell Chardon-Ouédraogo.
Burkina Faso sufre ataques yihadistas realizados tanto por grupos afiliados a Al Qaeda como al Estado Islámico desde abril de 2015, siendo la zona más golpeada es el norte, que comparte frontera con Malí y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras partes del país.
Los ataques han ocasionado ya el desplazamiento interno de más de 1,9 millones de personas, según los últimos datos facilitados por el Gobierno burkinés. EFE