A pesar de que el voto del asambleísta del Partido Social Cristiano (PSC), Luis Almeida fue crucial para dar paso al trámite de pedido para reinstaurar las pensiones vitalicias a los ciudadanos Jorge Glas y Rafael Correa, el PSC indicó, como bancada, que no apoyará dicho pedido.
También, la bancada legislativa, arremetió contra Luis Almeida al indicar «que su postura no representa a la del Partido Social Cristiano».
«La acción inconsulta del asambleísta Luis Almeida en la Comisión de los Derechos a los Trabajadores no representa el pensamiento del Partido Social Cristiano», remarcó el grupo legislativo.
A esta situación también se pronunció Esteban Torres, líder de la bancada del PSC y precisó:
«Es importante aclarar el tema para que no hayan malas interpretaciones. La posición del PSC y se bancada es muy clara y se va a evidenciar en el Pleno, más allá de lo sucedido en cualquier comisión. Las leyes de aprueban en el Pleno», indicó Torres.
Torres también indicó que Almeida se «equivocó» al dar el voto.
Críticas al informe
Desde el oficialismo, Juan Fernando Flores reitera que la intención es devolverle al correísmo las pensiones vitalicias
«Nosotros legislamos por el interés de la mayoría y nunca por intereses particulares» y además destacan que no apoyarán ese informe porque tanto Glas como Correa fueron involucrados en actos de corrupción.
Desde Pachakutik tienen el mismo argumento.
«Lo que se pretende es devolver las pensiones vitalicias tanto a Correa como a Glas y nosotros no nos vamos a prestar para eso», indicó Ricardo Vanegas.
Correísmo da su versión
Poco después de saberse lo anunciado por la bancada socialcristiana, el correísmo prefirió una cierta «cautela» y Marcela Holguín, primera vicepresidente del Legislativo indicó que «negamos enfáticamente que esta resolución pretenda devolver es beneficiar al expresidente Rafael Correa y al exvicepresidente Jorge Glas, porque ellos en este momento no están recibiendo la pensión vitalicia».
Por ahora, el único que estaría de acuerdo con eliminar el inciso para que reciban pensiones vitalicias exmandatarios o exvicepresidentes que hayan sido vinculados con casos de corrupción sería el propio correísmo.