La mayor fiesta de la cerveza del mundo, la Oktoberfest, quedó inaugurada este sábado cuando el alcalde de Múnich, Dieter Reiter, perforó con tres golpes de martillo el primer barril.
Varias horas antes de la inauguración oficial, miles de visitantes ya esperaban dentro del recinto en la «Wiesn» para obtener un buen lugar en las tradicionales carpas cerveceras.
Los invitados tuvieron que esperar antes de poder saciar su sed y celebrar el regreso de la Oktoberfest después de que la pandemia del coronavirus obligara a cancelar el popular festejo alemán en 2020 y 2021.
Reiter abrió el primer barril a las 12.00 horas local con tres golpes de martillo y exclamó «O’zapft is!» («¡ya está abierto!»).
Al igual que en el pasado, el alcalde entregó la primera jarra de un litro de cerveza al primer ministro de Baviera, Markus Söder, y ambos brindaron por una fiesta tranquila.
Tras un verano muy caluroso, la fiesta de la cerveza se inauguró bajo la lluvia y con temperaturas máximas previstas de once grados.
Aunque por razones de seguridad están prohibidas las bolsas grandes y las mochilas, los visitantes pueden llevar paraguas. Este año, el recinto vuelve a estar vallado y habrá controles aleatorios en las entradas.
La fiesta de la cerveza de Múnich se celebra entre el 17 de septiembre y el 3 de octubre sin medidas de seguridad contra el coronavirus. Sin embargo, las autoridades advirtieron a los visitantes que se hicieran un test de covid si tenían síntomas de resfriado y que no acudieran al festival enfermos para proteger a los demás.
Los médicos esperan una oleada de coronavirus después de la Oktoberfest, al igual que tras otros festivales, aunque muchos no se muestran preocupados.
«El número de enfermedades respiratorias en general está actualmente al nivel de los años prepandémicos», indicó Christoph Spinner, responsable de la pandemia en el Hospital Universitario de la Universidad Técnica de Múnich.
Spinner espera que durante la fiesta de la cerveza se duplique o triplique el número de infecciones por coronavirus, pero no cuenta con una sobrecarga en los hospitales. No obstante, aconseja a las personas con mayor riesgo que se abstengan de visitar las carpas en el parque «Theresienwiese» («Prado de Teresa», abreviado Wiesn»).
«Está claro que los grupos vulnerables en particular, como las personas inmunodeprimidas, corren un mayor riesgo de padecer casos graves de covid», destacó el médico.
Más allá del coronavirus, la seguridad durante los 16 días del festival corre a cargo de unos 600 agentes de policía. Además se sumaron cámaras de vídeo, 54 en total, y nuevamente hay personal policial portando también cámaras.
Asimismo, un servicio médico se ocupará de los heridos y de los visitantes que hayan bebido demasiado alcohol. Por primera vez, se cuenta además con un tomógrafo móvil para diagnosticar rápidamente las lesiones. dpa