Viento y lluvia en la inauguración del «Oktoberfest» de Múnich 

Oktoberfest de Múnich

La primera fiesta de la cerveza de Múnich tras dos años de suspensión por pandemia abrió este fin de semana entre paraguas, abrigos gruesos y visitantes con frío que se preguntaban dónde comprar vino caliente.

Los responsables de la «Oktoberfest» aclararon hoy que tal como establecen los estatutos, si la venta de helados se ve gravemente perjudicada por las condiciones meteorológicas desfavorables, se podría autorizar la venta en su lugar de vino caliente y especiado, conocido como «Glühwein».

Sin embargo, desde la organización añadieron que aún no hay motivos para hacerlo, porque el Servicio Meteorológico alemán pronostica que en los próximos días habrá al menos unos 13 grados centígrados en Múnich al mediodía.

No es la primera vez que bajan tanto las temperaturas durante la «Oktoberfest». En el «Wiesn» de 2008 (diminutivo de «Theresienwiese», predio en el que se celebra la fiesta cervecera) hubo días que rondaron los diez grados centígrados e incluso menos.

En aquella ocasión, la dirección del festival decidió servir vino caliente, precisamente en los puestos que vendían helados, que son los que menos negocio hacen con el mal tiempo.

Durante la «Oktoberfest» de 2008, la norma fue que el vino caliente se servía si la temperatura se mantenía durante tres días en menos de diez grados. En aquella edición, solo en los últimos días se bebieron más de 2.000 litros de vino caliente.

«El consumo con estas temperaturas se parece cada vez más al de los mercadillos navideños», comentó el entonces alcalde de Múnich, Christian Ude, al finalizar el evento.

La edición 2022 del «Oktoberfest» comenzó el sábado y dura hasta el 3 de octubre. dpa

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