
El Presidente de la República, Guillermo Lasso, posesionó hace pocos minutos a Fernando Santos Alvite como nuevo Ministro de Energía y Minas. Así lo hizo tras la firma del decreto 587. De esta manera, Santos se convierte en el tercer ministro en esta importante cartera de Estado.
Los roles más importantes es que se encargará de los temas hidrocarburífero, minero y eléctrico, luego de Juan Carlos Bermeo y Xavier Vera. Este último renunció la semana pasada, luego de verse envuelto en una serie de denuncias de corrupción y en una investigación por cohecho.
En su primera intervención, dada en el Palacio de Carondelet, el nuevo ministro Santos agradeció por esta nueva oportunidad de servir al país (en 1987 ya fue ministro), e hizo votos que como en el caso del Quijote la segunda obra sea mejor que la primera.
Explicó que tiene experiencia de 50 años en la industria y que ha visto la transformación del país, un antes y un después de la era petrolera. Antes del petróleo el Ecuador era atrasado, pobre, triste con poca esperanza, y cambió gracias a la riqueza que nos dio la naturaleza. Sin embargo, reconoció que no solo hubo cambios para bien, sino que lamentablemente ese torrente petrolero de más de 6.000 millones de barriles, «también ha traído el flagelo, el cáncer de la corrupción al país», dijo.
Nilsen Arias y su juicio en Estados Unidos
Además se refirió por ejemplo a lo que en los próximos días se conocerá de la corrupción petrolera en el país luego de que Nilsen Arias colaboraría con la justicia de Estados Unidos y «va a hacer terribles pero necesarias revelaciones», expresó.
Santos Alvite es un claro defensor de las multinacionales petroleras y por ello, indicó que es necesario tener las cuentas claras en la empresa petrolera, que al momento no tiene balances. Aseguró que buscará mejorar la producción, reconociendo que al momento el petróleo de extracción fácil ya fue aprovechado y ahora es necesario extraer el petróleo difícil.
Por eso aseguró que esto se lo debe hacer con el contingente de la empresa privada, pues la estatal no tiene los recursos necesarios. Se debe llamar a la empresa privada y firmar contratos en condiciones beneficiosas para las partes, de un ganar ganar.
Otro reto importante que ve Santos es mejorar la calidad de los combustibles: «en un país civilizado no se puede vender un combustible mayor a 10 partes por millón, pero en el Ecuador se vende uno de 500 partes por millón», destacó.
Santos consideró de mucha importancia ir hacia la consulta previa para poder hacer ver a las comunidades que es posible un beneficio mutuo, tanto para las comunidades como para el Estado.
Así mismo, aseguró que es un tema prioritario cumplir todos los compromisos adquiridos en las mesas de diálogo. Pero siempre, respetando los contratos firmados y las autorizaciones ya emitidas.