Desde que la violencia criminal emepzó a perpetrarse fuertemente en el país, desde el martes 1 de noviembre en Guayaquil y Esmeraldas, la misma que se se extendió a otras localidades del país, el Gobierno nacional decretó el estado de excepción en Guayas y Esmeraldas. Desde ese día hasta el mediodía del jueves 3, policías y militares han ejecutado 3.364 operativos en los que han sido aprehendidas 103 personas.
En el Puerto Principal, los ataques violentos se han dado en sedes policiales, en casas de salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), estaciones de servicio y hasta en la terminal satélite de Pascuales. Estos hechos surgieron en el marco del traslado de un grupo de reos desde la Penitenciaría hacia otros centros carcelarios.
Desde este viernes, 4 de noviembre, el estado de excepción, que durará 45 días, se extendió además a la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde también se han reportado actos criminales.
De ahí que tanto el toque de queda, desde las 21:00 hasta las 05:00, como los controles militares y policiales también regirán en esa jurisdicción.
Saldos de los operativos
Según cifras oficiales, entre el martes y el jueves en Guayas y en Esmeraldas se detectaron 71 explosivos y se decomisaron 55 y 114 armas de fuego y blancas, respectivamente. Se detectaron también 2.577 municiones y se desarticularon tres bandas delictivas.
En total se han decomisado 103.567 gramos de droga. En ambas jurisdicciones se ejecutaron, en el lapso descrito, 39 allanamientos.
Hasta el momento, durante la jornada de hoy, no se han reportado incidentes delictivos como los que hubo ayer, jueves, en Guayaquil, Durán, Santo Domingo y localidades de Manabí. Durante estos ataques violentos registrados han sido asesinados cinco policías.
Durante la mañana, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) anunció que sigue la intervención y rotación de personas privadas de libertad (los cambian de pabellones) en la Penitenciaría, y que este viernes los presos no habrían puesto resistencia, por lo que el proceso se llevaba sin actos violento.