El jefe del Gobierno español y nuevo presidente de la Internacional Socialista, Pedro Sánchez, aspira tras su proclamación como líder de esa organización, a «fortalecer la voz» de la socialdemocracia frente a los desafíos del mundo y a continuar «replicando con acierto las ofensivas del liberalismo y nacionalismo reaccionario».
Sánchez, de 50 años, que asumió oficialmente este domingo la presidencia de la Internacional Socialista en la clausura de su XXVI Congreso, celebrado en Madrid, se ha convertido en el primer español que llega a este cargo en esa organización, que agrupa a 132 partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas de todo el mundo.
«Voy a poner todo mi empeño en ofrecer nuevas respuestas progresistas a los grandes desafíos globales y fortalecer una organización cuya voz debe ser escuchada y tenida en cuenta en el mundo», dijo Sánchez, que recoge el testigo del ex primer ministro griego Yorgos Papandreu.
El político español aspira también a «volver a unir a todos los movimientos y partidos progresistas» en la Internacional Socialista, de la que no forman parte formaciones tan destacadas como el Partido Socialdemócrata Alemán.
Durante su discurso en la calusura del congreso, destacó la labor de la Internacional Socialista a lo largo de su historia para «replicar con acierto las ofensivas del liberalismo y nacionalismo reaccionario» y se comprometió a «fortalecer el vínculo» con la ONU como un «foro ideológico en defensa del multilateralismo». «No vais a tener en mí un presidente eurocéntico», dijo.
«Nuestro internacionalismo es el mejor antídoto contra la política miope de las trincheras y las fronteras», aseguró.
Entre sus grandes objetivos al frente de la Internacional Socialista, mencionó la lucha contra la «emergencia climática» y el «machismo», así como la implantación de «una economía justa que remplace el modelo neoliberal imperante en las últimas décadas». «No hay razón para que se cronifique la pobreza», dijo.
«Los avances y las conquistas son reversibles», «por eso la defensa de la libertad tiene que hacerse día a día», advirtió.
Pero también se fijó entre sus prioridades la contribución al fin de la guerra en Ucrania y del resto de conflictos armados del mundo, ya que señaló que la socialdemocracia «siempre ha estado al lado de las soluciones y de la paz». E hizo un llamamiento global en defensa de la paz «basada en la legalidad internacional».
«Es necesario que en momentos tan difíciles y complejos como los que estamos atravesando, promovamos los valores del sentido común, los de la socialdemocracia», declaró.
Sánchez agradeció en su discurso la «solidaridad de la socialdemocracia europea y del mundo entero en la defensa de la libertad y la democracia» en España durante la dictadura franquista, y citó a históricos líderes socialdemócratas europeos como el sueco Olof Palme o el alemán Willy Brandt, que apoyaron de manera decidida a la democracia española en los últimos años del franquismo y tras la muerte del dictador Francisco Franco (1975).
También recordó al chileno Salvador Allende y a la revolución de los claveles de Portugal de 1974, por lo que supusieron de esperanza para España.
«Somos el país que somos gracias al internacionalismo progresista» y ahora toca «ayudar a otros en la senda de la libertad y la defensa de los derechos humanos», concluyó.
En el acto de clausura también intervinieron la presidenta de la Internacional Socialista de Mujeres, la dominicana Janet Camilo, y la secretaria general de la Internacional Socialista, Benedicta Lasi, de Ghana, quien agradeció que hayan confiado en una mujer joven y africana como ella para este puesto.
«Es mi responsabilidad asegurar que las voces de los africanos se escuchan en todo el mundo», afirmó. EFE