La junta directiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó entregar a Ecuador los últimos 700 de los 6.500 millones de dólares del programa crediticio mantenido durante los últimos 27 meses, desde septiembre de 2020.
La última partida de 700 millones de dólares fue aprobada tras concluir la sexta y última revisión del programa, que irá dirigida a apoyar el presupuesto público, según detalló el FMI en un comunicado emitido este miércoles, donde destacó que «Ecuador ha completado su primer programa de apoyo financiero en más de dos décadas».
Esta dotación final del programa crediticio fue aprobada pese a que el Gobierno no ha logrado todavía contratar una consultora para auditar los balances financieros de los últimos años de la petrolera estatal Petroecuador, la empresa más grande del país, lo que era uno de los requisitos del FMI.
El programa tuvo como objetivo apoyar la recuperación económica tras la pandemia de la covid-19, asegurar la sostenibilidad fiscal, expandir la cobertura de programas sociales de asistencia para proteger a los sectores vulnerables y promover un manejo eficiente y sostenible de los recursos públicas.
También buscaba fortalecer la base institucional para el régimen de dolarización que tiene el país desde el año 2000, mejorar la resiliencia del sector financiero, fortalecer aún más la transparencia y la gobernanza, mejorar la calidad de los datos y acelerar las reformas para impulsar el potencial de crecimiento.
No obstante, el FMI advirtió de que «se necesitan esfuerzos continuos para consolidar la sostenibilidad fiscal y de la deuda, mejorar la resiliencia del sector financiero, fortalecer aún más la transparencia y la gobernanza, mejorar la calidad de los datos y acelerar las reformas para impulsar el potencial de crecimiento».
«Un hito» para Ecuador
La subdirectora gerente y presidenta interina del FMI, Antoinette Sayeh, señaló que “Ecuador ha alcanzado un hito importante con la finalización del programa, que ha ayudado a mitigar los efectos socioeconómicos de la pandemia y otros ‘shocks’ externos, manteniendo la estabilidad macroeconómica».
“La gestión fiscal prudente permitió a las autoridades cumplir con todos los criterios cuantitativos de desempeño a fines de agosto de 2022 y se espera que el sector público logre su primer superávit desde 2008«, destacó Sayeh.
«La red de seguridad social se fortaleció aún más y ahora llega a más del 80 % de las familias de bajos ingresos, incluso en áreas remotas», añadió.
Sayeh también consideró que las reformas acometidas por Ecuador en este periodo «serán de gran utilidad en los años venideros».
La presidenta interina del FMI resaltó que «la puesta en marcha del código presupuestario orgánico reformado estableció un marco fiscal prudente, mientras que la reforma fiscal progresiva es fundamental para generar mayores ingresos para la sostenibilidad de los programas de inclusión social«.
«Se han mejorado los marcos de gobernanza y anticorrupción, y se ha fortalecido la independencia del Banco Central. El caso reciente de información errónea se solucionó con la finalización de todas las acciones correctivas que debían realizarse este año», agregó.
Política fiscal prudente
Sayeh también exhortó a mantener una política fiscal prudente a mediano plazo para consolidar la sostenibilidad fiscal y de la deuda, y a contener el gasto público en salario, además de mejorar las prácticas de contratación, lo que a su juicio mantendría la deuda en una senda «firmemente descendente».
Asimismo, apoyó la propuesta del Gobierno de focalizar el subsidio a los combustibles, lo que «reduciría la considerable factura y generaría ahorros significativos, mientras que una mejor gestión del efectivo ayudaría a abordar la acumulación de atrasos internos».
Otro punto a vigilar, a criterio de Sayeh, será el sector financiero, sobre todo cuando se reviertan las medidas de apoyo contra la crisis, y calificó de importante sacar adelante en la Asamblea Nacional (Parlamento) las leyes que regulan el conflicto de intereses y auditar a Petroecuador.
A su turno, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, señaló en un comunicado que «esta es una demostración de que estamos manejando con orden la economía, que hay un reconocimiento internacional y que Ecuador va por buen rumbo, con orden fiscal y enfoque social».
Según el Gobierno, durante el periodo del programa, el déficit fiscal se ha reducido del 7 % al 2,7 % y anticipó que completar el programa es «una señal positiva que es bien recibida por los mercados internacional, mejorando el entorno económico del país en un año, como el 2023, de potencial recesión global». EFE
