Pobres debates y amnistía a Patiño

Alberto Molina Flores

Guayaquil, Ecuador

El Consejo Nacional Electoral (CNE), por primera vez, dispuso la ejecución 38 debates electorales obligatorios para las dignidades de alcaldías y prefecturas. El objetivo era que los candidatos puedan exponer sus propuestas con claridad y responder preguntas específicas que estaban preparadas y que las hicieron los moderadores.

El debate constituía un instrumento para que los electores conozcan a los candidatos y vayan informados a las elecciones el domingo 5 de febrero. En la mayoría de los debates las respuestas de los candidatos no se ciñeron a las preguntas y demostraron que no estaban preparados para ejercer la dignidad que aspiraban alcanzar; más bien, utilizaron el espacio para promocionar sus nombres o atacar a sus adversarios.

El pago de impuestos es una obligación de todo ciudadano que es económicamente activo. El diario Expreso ha publicado información sobre los candidatos a varias dignidades, con fotografía incluida; entre otra información, el pago del impuesto a la renta; un gran número de candidatos declara “cero”, otros “no tienen información registrada”, “no han presentado declaración”; igual, la declaración del patrimonio, un gran número, “no registra”.

Con las excepciones del caso, resulta extraño que quienes aspiran a ser favorecidos por el voto ciudadano, unos no pagan nada, otros casi nada y unos poquísimos cifras significativas, parece que la mayoría de candidatos son tan pobres que casi emulan a San Francisco. 

En Latacunga, en octubre de 2018, en la llamada IV Convención Nacional del correismo; Ricardo Patiño, señaló: «Es necesario pasar a la ofensiva. Cambiamos las estrategias de resistencia pasiva y organizada a la resistencia combativa«; luego continuó: «Vamos a prepararnos para la represión, porque tenemos que tomarnos las instituciones públicas, tenemos que cerrar los caminos¡Que nos cojan presos, carajo! No les tenemos miedo. Ahora vamos a demostrar nuestra capacidad y veremos a los compañeros de los chats, que han sido muy combativos, a combatir en las calles».

Ricardo Patiño fue procesado por el delito de instigación, tipificado en el artículo 363 del Código Penal y se le ordenó prisión preventiva. Patiño se olvidó de lo que dijo: ¡Que nos cojan presos, carajo! y huyó.

Ahora, una mayoría de asambleístas, a la cabeza los de UNES, buscan la amnistía de Patiño, la asambleísta Victoria Desintonio, correísta, sin un ápice de vergüenza y sin ruborizarse, señaló: “Todo el mundo sabe que nuestro querido compañero (Patiño) fue perseguido políticamente en el gobierno de Moreno, por hacer declaraciones de llamar a la ciudadanía a mantenerse firme contra las medidas que desembocaron en un paro nacional”.

El Artículo 120 de la Constitución dice: “La Asamblea Nacional tendrá las siguientes atribuciones…”, numeral 13: “Conceder amnistía por delitos políticos o indultos por motivos humanitarios, con el voto favorable de las dos terceras partes de sus integrantes. (…)”.

Patiño tiene orden de prisión por el delito de instigación, pero para la mayoría correísta, la Constitución se acata pero no se cumple.

Por último, un caso de Ripley, en nuestro país el Código de la Democracia permite que pueden candidatizarse ciudadanos procesados por supuesta delincuencia organizada, peculado, sentenciados por narcotráfico, asesinato, glosados, deudores, aduciendo que solo se pierden los derechos políticos cuando la sentencia está en firme.

Ricardo Patiño, el 28 de octubre de 2018, en Latacunga. Captura de pantalla de un video del Partido de la Revolución Ciudadana en YouTube.

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