Paúl Desamblanc: Desarrollo más allá de la explotación del ITT

«Soy un activista ambiental por natuaraleza», sostiene Paúl Desamblanc, parlamentario andino por la Izquierda Democrática. Habló en exclusiva para el medio La República sobre la próxima consulta a realizarse el 20 de agosto sobre la explotación petrolera del Yasuní ITT.

«Soy defensor de las causas mendioambientales, en ese sentido, para mi criterio, si se explota el Yasuní no hay forma de recuperar el ecosistema si se sigue sacando el petróleo de esa zona».

Cuando se le preguntó sobre los problemas que él considera al explotar el Yasuní, a parte de los ambientales, indicó: «Me preocupa la corrupción generada por el petróleo. Según la Cámara de Comercio Internacional (ICC), el Ecuador pierde 7000 mil millones de dólares por corrupción al año», precisó.

¿Si no se saca el petróleo de Yasuní, qué otra alternativa hay?

Para Desamblanc, la solcuión sería que el Estado se enfocara en recaudar las deudas en firme al Servicio de Rentas Internas (SRI) de los 500 principales deudores del Ecuador, así lograría un incremento en sus recursos de alrededor de 1.983 millones de dólares.

«Si a esto le sumamos el cobro de las deudas impugnadas al SRI del mismo grupo, serían 1.937 millones adicionales. Considerando todos estos potenciales ingresos, el Estado, en tan solo cinco años, podría obtener alrededor de 6.910 millones de dólares versus 4.884 millones por la explotación del crudo del Yasuní en 33 años», expresó. Añadió además el ecoturismo como otra fuente de ingresos.

Destacó que la explotación del petróleo aumenta la violencia por la divisipon que el tema genera en las comunidades indígenas cercanas al ITT que genera constantes roces incluso con militares en la zona.

No obstante, Desamblanc no se opone a la minería en cielo abierto, fuera de caudales de agua y con certificación ambiental. «Creo que la minería puede sustituir al petróleo. Viendo que las exportaciones de minerales son más altas que las hidrocarburíferas», indicó.

¿El fin de los hidrocarburos por el calentamiento globlal?

El Estado ecuatoriano espera recibir unos USD 234 millones por la venta en el mercado internacional de 3.600.000 barriles de crudo de la estatal Petroecuador, durante el mes julio de 2023. Se trata de 2.520.000 barriles de crudo Oriente, adjudicados a Trafigura PTE. Sin embargo, el país registra una mayor importación de combustible que la exportación del crudo. Durante el primer trimestre de 2023, el Estado importó USD 1.724 millones en combustibles como gasolinas, diésel y GLP.

Sin embargo, la era petrolera está lejos de terminar. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE),  en medio de la crisis por el cambio climático que afecta al mundo, la producción global de petróleo aumentará esta década.

Según reportó la BBC de Londres «La AIE estima que la producción petrolera mundial se incrementará en 5,8 millones de barriles diarios al 2028 y cerca de una cuarta parte de esa oferta adicional será latinoamericana».

Guyana, dejará de ser pobre gracias a la explotación petrolera y se cree que para 2028 podría llegar a producir 1,2 millones de barriles diarios, Brasil será el líder petrolero en América Latina. «Brasil no ha parado de aumentar su producción petrolera hasta llegar a los 2,2 millones de barriles en 2022, lo que le ha permitido convertirse en el octavo productor mundial», según la propia BBC. Aregentina también se sumaría al nuevo boom petrolero, pero en menor grado.

El nuevo boom petrolero en América Latina

Mientras que atrás quedarían las hegemonías petroleras (México, Venezuela, Colombia y Ecuador) como principales exportadores de petróleo. En el caso de Ecuador, las proyecciones de especialistas apuntan a una caída desde los 460.000 barriles diarios actuales a 370.000 en 2028 que podría ser aún menor de ganar la consulta del Yasuní. Siendo el país que más decrecería en su economía porque gran parte del PIB depende de la exportación de crudo, destaca la BBC.

A Venezuela le afecta la corrupción de la estatal PDVSA y Colombia apunta, en el gobierno de Gustavo Petro, en otra dirección.

Lo cierto es que, aún no hay estudios claros que evidencien que el cambio enérgetico vaya a ocurrir rápidamente, por lo que el petróleo seguirá teniendo el primer puesto como principal fuente de energía, por lo menos una década más.

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