Antonio Reasco, un joven afroecuatoriano de 21 años, denuncia públicamente haber sido víctima de abuso policial el pasado sábado en el sector de Carapungo.
Según atestiguó, el joven se detuvo en una gasolinera para poner combustible a su motocicleta donde los uniformados lo agredieron físicamente en la estación de servicio en el norte de Quito.
«Llegaron directamente a la agresión» asegura Antonio que estaba ese momento con un primo. Narra que fue víctima de agresión física, insultos racistas y junto a su familiar les rociaron gas pimienta en el rostro.
También, señaló que él jamás se resistió a ser revisado, y un policía vestido de civil habría agredido primero a su primo y luego a él.
Por su parte, la abogada del joven, Verónica Herrera, condenó que Antonio fue vulnerado también en el hospital donde lo atendieron, sostiene que ahí no le habrían practicado una tomografía ni le habrían dado un informe de su estado de salud.