La princesa Kako de Japón visita Lima para celebrar relaciones diplomáticas con el Perú

La princesa Kako de Japón celebró este viernes en Lima los 150 años de relaciones diplomáticas entre su país y Perú y mostró su deseo de conocer el «encanto» de la nación andina, en la primera actividad de una visita oficial.

«Estoy encantada de poder conversar con ustedes, nikkei (migrantes japoneses y descendientes), durante mi estancia aquí. También me gustaría conocer mejor el encanto y esplendor de Perú, así como familiarizarme con las actividades en muchos ámbitos», dijo la princesa Kako en japonés en la ceremonia.

La celebración de los 150 años de relaciones en el Centro Peruano Japonés fue su primera actividad de la visita oficial que se prolongará hasta el próximo miércoles, a la que le sigue un acto en la Cancillería, encuentros con miembros de la comunidad japonesa en Lima y un viaje a Cuzco.

Vestida con un tradicional kimono, en tonos naranjas y verdes, expresó su «más profundo agradecimiento» por la invitación del Gobierno peruano y a todos los que han hecho posible esta visita.

«Acabo de visitar el museo de migración japonesa en Perú (…) Hace 124 años, en 1899, 790 japoneses llegaron a Perú en el (barco) ‘Sakura Maru’. Quisiera fijar en mi mente y guardar en mi corazón que los inmigrantes japoneses y sus descendientes superaron muchas dificultades y penas y se han desempeñado con honestidad, diligencia y ayudándose unos a otros y que han contribuido a la sociedad peruana, ganándose su confianza», indicó.

También recordó la visita de sus abuelos, los ahora emperadores eméritos, en 1967, momento en el que inauguraron el Centro Peruano Japonés donde la princesa pronunció sus palabras, y también el viaje a Perú de sus padres hace diez años, así como la de su hermana mayor, hace cuatro.

«Hoy en día, muchas personas de ascendencia japonesa siguen activas en diversos campos. Creo que los esfuerzos de todos y cada uno de ustedes, están vinculados a la profundización de las relaciones de amistad entre Japón y Perú», señaló en el inicio de su segundo viaje oficial como miembro de la Dinastía Imperial nipona.

En este sentido, después de su discurso y tras haber pronunciado en español «muchas gracias», se acercó a conversar con los asistentes, miembros activos de la comunidad nikkei y agradeció personalmente las labores que cada uno hace por mantener viva la amistad entre ambos países.

La princesa recibió como obsequio por parte de la asociación peruano japonesa un chalán de plata, una figura tradicional peruana que representa el folclore de la costa.

Decenas de niños de varios colegios de la capital esperaron a su salida a la princesa con banderas peruanas y japonesas, que comparten colores. EFE (I)

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