El arzobispo de Guatemala, monseñor Gonzalo de Villa, aseguró este lunes que Bernardo Arévalo, quien fue investido esta madrugada como nuevo presidente, representa una esperanza para el país.
El jefe de la iglesia católica guatemalteca manifestó que Arévalo tiene el reto de salir de una larga historia en donde la clase política «no ha estado a la altura del pueblo» de Guatemala.
«Hay una espera para el pueblo de Guatemala y es el reto para el presidente», enfatizó el religioso, quien encabezó el solemne acto del tedeum en la Catedral Metropolitana.
De Villa puntualizó que es la primera vez que este acto religioso se celebra el mismo día de la toma de posesión de un presidente, debido a que la investidura estaba programada para el domingo pero el Congreso saliente se atrasó 12 horas en la sesión de la transmisión de mando.
Ello, dijo De Villa, coincide con el Día del Señor de Esquipulas que se celebra este lunes desde hace más de 400 años.
«El reto de comenzar un nuevo Gobierno y un nuevo Congreso, es motivo de esperanza», enfatizó el arzobispo en su eucaristía. El prelado pidió a Dios que ilumine a las nuevas autoridades que asumieron los cargos para un periodo de cuatro años.
A la actividad religiosa también asistió, además del presidente, la vicepresidenta, Karin Herrera, y el Gabinete de Gobierno recién nombrado y juramentado por el mandatario.
En su primer mensaje a la nación luego de su investidura, Arévalo se comprometió a eliminar el autoritarismo, la corrupción y la impunidad en el país centroamericano.
El académico de 65 años ganó las elecciones de 2023 con un discurso anticorrupción de la mano de su partido, el Movimiento Semilla. EFE (I)