El Vaticano nombra nuevo obispo en China, el séptimo desde acuerdo con las autoridades locales

El Vaticano informó hoy del nombramiento del nuevo obispo de Zhengzhou, Taddeo Wang Yuesheng, designado por el papa Francisco el pasado 16 de diciembre y que es el séptimo nombrado en el marco del acuerdo entre la Santa Sede y China, que había sufrido numerosos obstáculos.

El nombramiento por parte del papa Francisco se dio a conocer este jueves coincidiendo con la consagración del nuevo obispo, que nació en Zhumadian (Henan) el 27 de febrero de 1966 y ocupó el cargo de párroco en Zhengzhou y desde diciembre de 2011 es párroco del distrito de Huiji, en Zhengzhou, según la biografía proporcionada por el Vaticano.

La agencia de noticias de las Obras Misioneras, Fides, recuerda que la diócesis de Zhengzhou no tenía obispos, sino sólo administradores diocesanos y «que según estimaciones de diferentes fuentes, el número de católicos de la diócesis varía entre 10.000 y 20.000 personas»

Desde la firma del acuerdo provisional el 22 de septiembre de 2018 y que ha sido renovado en dos ocasiones, ya no ha habido ordenaciones episcopales ilegítimas y desde esa firma, se han producido seis nuevas ordenaciones episcopales, la última la de Wuhan en 2021.

Las relaciones entre China y el Vaticano habían sufrido un nuevo parón en abril de 2023, cuando Pekín anunció el traslado de un obispo a Shanghái, la mayor diócesis católica de China y que no tenía obispo desde 2013, con una decisión unilateral que violaba el histórico pacto de 2018, renovado ya en dos ocasiones, para la elección de los obispos.

Aunque posteriormente, el papa Francisco aceptó el traslado.

Aunque se desconocen los detalles del acuerdo, el papa ha explicado en algunas ocasiones que China presenta unos candidatos pero es él quien toma la decisión final.

Ese acuerdo había sido considerado un primer paso para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos Estados, que no existen desde 1951 y, sobre todo, para unificar la Iglesia católica, que se dividía entre los obispos afines a las autoridades y los que estaban considerados como una iglesia clandestina. EFE (I)

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