Rusia y China vetaron este viernes la primera resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que Estados Unidos pedía el alto el fuego inmediato en Gaza, tras casi seis meses de guerra que ha costado la vida a 32.000 personas.
La resolución fue rechazada además por Argelia, mientras que Guyana se abstuvo y los demás once países votaron a favor.
Nueve votos favorables bastan para aprobar una resolución, pero los votos negativos de dos países con derecho a veto (en este caso Rusia y China) impidieron su aprobación.
Es la cuarta vez que una resolución en este sentido es vetada por algún Estado miembro, en las tres ocasiones anteriores fue Estados Unidos quien la vetó, argumentando en esos casos que no se recogía el derecho de Israel a defenderse y permitían de hecho el rearme y reorganización de Hamás.
La resolución rechazada hoy, que se había negociado durante un mes y necesitó al menos seis borradores, fue rechazada por su vocabulario equívoco, pues, en palabras del embajador ruso, Vasili Nebenzia, previas al voto, consideró que no llamaba claramente al alto el fuego, sino que se limitaba a considerar «imperativo un alto el fuego inmediato y sostenido para proteger a los civiles de ambas partes».
Nebenzia dijo que la resolución presentada por EE. UU. era «una iniciativa hipócrita diseñada para desorientar a la comunidad internacional», lamentó que las propuestas rusas para enmendar el texto hayan sido sistemáticamente rechazadas por Washginton y consideró además que el texto votado hoy «supone de hecho la luz verde para que Israel lleve a cabo una operación militar en Rafah«.
En cuanto al embajador de Argelia, Amar Bendjama, dijo que su rechazo no solo representaba a su país, sino «a todo el mundo árabe», y afirmó que el texto de la resolución de EE. UU. «no transmite un mensaje claro de paz, sino que tácitamente permite que continúen (cayendo) las víctimas civiles y carece de salvaguardas para una futura escalada» del conflicto.
El embajador chino, Zhang Jun, también consideró «ambiguo» el texto votado hoy, porque «no llama claramente a un alto el fuego» y porque «se desvía del consenso de los miembros del Consejo y queda lejos de las expectativas de la comunidad internacional», además de contener condiciones para ese alto el fuego.
En este momento se negocia en paralelo en el Consejo de Seguridad otra resolución con un lenguaje más claro sobre el alto el fuego, y mientras que Rusia y China han dicho que apoyará esa otra resolución, queda por ver cuál será la actitud de Estados Unidos, que podría vetarlo.
Al mismo tiempo, Estados Unidos apadrina otras negociaciones indirectas en Doha (Catar) entre Hamás e Israel con vistas a un canje de prisioneros entre las dos partes y una eventual tregua.
También ayer la Unión Europea pidió una «pausa humanitaria inmediata» que «conduzca a un alto el fuego sostenible», primera postura común en este sentido en el club europeo, donde Israel cuenta con sólidos aliados como Alemania u Holanda.
Toda esta actividad política y diplomática se ha intensificado después de que el lunes se conociera un dramático informe de la ONU que aseguraba que 1,1 millones de gazatíes se encontraban a punto de entrar en «inseguridad alimentaria catastrófica», el grado más grave de hambruna. EFE (I)