Ecuador, si bien presenta problemas como la inseguridad o una supuesta falta de empleo, el 57,7 % de ecuatorianos expresó que no migraría. Sin embargo, Estados Unidos es el destino al que más apuntan los ciudadanos si buscarían remotamente hacerlo.
Una dato interesante es que Guayaquil, a pesar de ser una de las ciudades más violentas del país por la cantidad de actos delincuenciales que se registran, solo el 33,6 % ha considerado seriamente migrar. En Quito la realidad es diferente a la del Puerto Principal: el 54,1 % sí piensa migrar y el 45,9 % no lo considera.
Según reveló diario El Universo «Las razones que más motivan a los ecuatorianos a querer dejar el país son los problemas económicos (57,2 %), la inseguridad (30,3 %), violencia (8 %), falta de empleo (1,6 %), estudios (1,9 %). Apenas el 1 % respondió que migraría porque tiene familiares en el lugar al que desea ir».
Esto refleja, según Ángel Polibio Córdoba, director de CEDATOS, que la falta de empleo no es en sí un problema para los ecuatorianos sino que sus ingresos no alcanzan. Sin embargo, «la razón por la que gente no quiere irse es porque en el país tienen lazos familiares y de amistades, y aquello es muy fuerte a la hora de pensar en migrar», sostiene Córdoba. Además que muchos ciudadanos sienten incertidumbre por la geopolítica, la guerra en Europa y la posible llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos.
CEDATOS reveló que la mayoría de los encuestados con deseos de migrar indicó que quiere llegar a Estados Unidos.
«El 54,9 % de ciudadanos dijo que el país norteamericano es su destino de preferencia. España ocupa el segundo lugar, con el 19,3 %. Siguen Canadá (4,7 %), Italia (3,2 %), Chile (3,1 %) y Rusia (1,6 %). La encuesta se consultó a 2.412 personas, de 16 años en adelante, de 34 ciudades de las 24 provincias del país» indicó la encuestadora.
Preocupación en Estados Unidos
En los últimos años, la masiva llegada de migrantes ecuatorianos a EE.UU., especialmente a través de canales irregulares, ha ido en aumento y se ha convertido en una preocupación para las autoridades norteamericanas, por la saturación de los servicios, atención en albergues y porque, con la llegada de migrantes, «se han incrementado el cometimiento de delitos», tal como lo señaló Ron deSantis, gobernador de La Florida del partido republicano.