Guayaquil, Ecuador
La Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas (1961), en su Artículo XII, señala: “Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión”; pero la convención más antigua, la de Caracas de 1954 sobre el Asilo diplomático, en su artículo III, señala:
“No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales, sin haber cumplido las penas respectivas, (…). Las personas comprendidas en el inciso anterior que de hecho penetraren en un lugar adecuado para servir de asilo deberán ser invitadas a retirarse o, según el caso, entregadas al gobierno local (…)”.
Aquí cabe recordar que el exvicepresidente Jorge Glas, tenía dos sentencias ejecutoriadas y un juicio acusado de corrupción en obras ejecutadas en la reconstrucción de la provincia de Manabí, en la zona de un terremoto, en abril de 2016, desde el momento en que México aceptó la presencia del exvicepresidente como huésped, luego solicitó asilo político, se estaban violando todas las normas legales; sobre todo, las señaladas en la Convención de Caracas de 1954.
El presidente mexicano, haciendo caso omiso de lo que dispone el Artículo III de la Convención de Caracas de 1954, otorgó el asilo político a Glas; el gobierno nacional, ante los indicios de una inminente fuga del “huésped” de la embajada de México, procedió a cumplir con la detención de Jorge Glas dispuesta por la Corte de Justicia y lo ha puesto a las órdenes de las autoridades respectivas.
No se dejaron esperar los pronunciamientos sobre la incursión de la policía en la sede de la embajada de México, en especial de los gobiernos aliados ideológicamente a Glas y su mentor Rafael Correa; uno de ellos es Luis Arce, presidente de Bolivia que manifestó: “No hay precedentes en la historia del derecho internacional”.
Si hay precedentes, pruebas al canto:
El 11 de diciembre de 1961, un grupo de disidentes cubanos ingresó a la embajada de Ecuador en la Habana buscando protección. Sin ingresar al edificio la guardia del gobierno castrista que custodiaba la sede diplomática disparó sobre los disidentes cubanos. De acuerdo al informe de las autoridades de nuestra embajada, se señala que fueron asesinadas tres personas y cuatro resultaron heridas.
El 31 de enero de 1980, en la ciudad de Guatemala, un grupo de campesinos ingresó a la embajada de España para interrumpir una reunión del embajador español con ciudadanos locales y protestar contra la represión militar. Las fuerzas de seguridad del régimen ingresaron sin autorización del gobierno español, esta incursión terminó con un incendio que dejó 31 muertos de los campesinos y 7 funcionarios españoles. España rompió las relaciones diplomáticas con Guatemala hasta 1984.
El 13 de febrero de 1981, unos 30 cubanos entraron a la embajada de Ecuador en La Habana y tomaron de rehén al embajador, al consejero, y a otros dos empleados de la sede con el objetivo de conseguir asilo político.
Durante la madrugada del 21 de febrero, las tropas especiales del gobierno dirigidas personalmente por Fidel Castro entraron por la fuerza para desalojar a los cubanos refugiados.
Autoridades del gobierno cubano, declararon que contaban con la autorización del gobierno ecuatoriano para entrar a su sede diplomática. El presidente Jaime Roldós, desmintió públicamente. “Ecuador no autorizó ni podía autorizar jamás que la sede de su Embajada haya sido objeto de tal acción” y tildó de “intolerable” el asalto.
La diferencia en Ecuador, la incursión en la sede de la embajada de México fue un acto de justicia.
- Alberto Molina Flores, coronel (r) de las Fuerzas Armadas, es actualmente Gobernador de la provincia del Guayas. Ha sido columnista de La República desde su fundación, hace doce años.
