Guayaquil, Ecuador
Después de un arduo trabajo y de intensos debates, los asambleístas de todas las provincias, con 118 votos declararon a Santo Domingo de los Tsáchilas como «Capital de la Carne del Ecuador»; pronto se estudia declarar a Salcedo «Capital de los Helados»; a Cuenca la “Capital del Motel Pillo»; a Latacunga la «Capital de las Allullas y las Chugchucaras».
A Tulcán la «Capital del Hornado Pastuso»; a Ibarra la «Capital de los Helados de Paila»; a Loja, la «Capital del Canta Claro»; a Riobamba, “Capital de las Cholas”, para los que no saben, es un pan que lleva de condumio raspadura.
Siguiendo con los interesantes proyectos; los asambleístas de Esmeraldas han pedido que a su tierra le declaren “Capital del Encocados y el Tapado Arrecho”; a Manabí, “Capital de la Sal Prieta”; a Guayaquil, se discute arduamente, con votos divididos y abstenciones, la mayoría ha decidido declararle “Capital del Encebollado”; los honorables de El Oro, han puesto en consideración que a Zaruma se la declare “Capital del Triguillo”; igual, los asambleístas de la provincia de Bolívar han solicitado se considere a Guaranda “Capital del Pájaro Azul”. En sesión anterior a la provincia de Los Ríos ya se la declaró “Capital del Cacao”.
La mayoría de la Asamblea ha solicitado un receso para descansar porque el trabajo que están haciendo les ha dejado extenuados, todavía quedan ciudades, especialmente de la Amazonía, de Galápagos y otras para las respectivas declaraciones. Los asambleístas de Pichincha, han reclamado y han apelado a la presidencia porque no los han considerado para la respectiva declaración, hay varias mociones, entre otras, se declararle “la Capital del Yaguarlocro”, de la “Tripa Misqui”, o de “la Espumilla”, alegan que esta última ha ganado un concurso y que nos va a representar en una feria gastronómica en Londres. Esperamos que los asambleístas sigan trabajando en tan importantes proyectos que tanto necesita el país.
El trabajo de la Asamblea, es incansable, ahora su sacrificada labor está en la discusión y en el trámite del proyecto de ley para la Defensa de los Animales No Humanos es analizado por la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional.
Entre las exigencias establecidas en la ley están: “no comercializarlos en espacios públicos, no cocinarlos vivos en agua hirviendo, no utilizar anestesia al causarles algún dolor, provocarles sufrimiento al sujetarlos; exhibir las carcasas enteras de animales no humanos recién faenados, colgados o cocinados en el espacio público, vitrinas o locales comerciales”.
Los miembros de la comisión, de gran sensibilidad, establecen en uno de los artículos, que se prohíbe “Todo tipo de confinamiento permanente de animales no humanos en espacios reducidos como jaulas convencionales, jaulas de gestación, jaulas de baterías, jaulas enriquecidas. Sistemas combinados u otros similares”, interesante preocupación porque “las gallinas que viven estos sistemas no pueden expresar sus comportamientos más básicos, lo que lleva al animal a la frustración, aburrimiento y estrés y lo predispone a sufrir distintos tipos de enfermedades”.
Con seguridad esta importantísima ley tendrá la acogida ciudadana, sólo quedan algunas pequeñas inquietudes: cómo dejar de exhibir los pollos y cuyes asados, los chanchos hornados, los cangrejos criollos o al ajillo; a propósito de estos crustáceos, no sé cómo van hacer los cangrejeros para no provocarles sufrimientos al sujetarles en atados; igual, otra preocupación, de cómo van a cumplir con la ley al “Faenar animales no humanos sin aturdimiento previo”, especialmente cuando se vaya a preparar ceviches de camarón, concha, ostras, pescado, etc.
Un proyecto de ley para la Defensa de los Humanos Animales y Pájaros de Alto Vuelo sería necesaria y provechosa para la propia Asamblea. Hay mucho que discutir sobre borregos, burros, alondras, etc.