Bogotá, Colombia
El 29 de Junio de 2023, Carlos Alberto Montaner, en ejercicio de su libertad, abandonó nuestra dimensión terráquea para iniciar el trayecto de la leyenda.
En el Inter American Institute for Democracy aun no hemos podido llenar su ausencia pese a que continuamos gestionando muchas de sus ideas y muchos de sus proyectos.
Y es precisamente cuando nos aprestamos para continuar adelante que pensamos como se plantearía Montaner nuestros dilemas que no son otros que los de crear la fórmula para contribuir a la revitalización de la libertad en la Américas.
La evolución del hemisferio en este último año no se puede decir que es feliz. Si bien en Argentina, Paraguay y en Guatemala ascendieron gobiernos pro-libertad; en Bolivia, Colombia, Nicaragua, Venezuela y Honduras, el populismo corroe diariamente las instituciones democráticas.
Sin embargo, en Venezuela se atisba una esperanza anclada en la voluntad de hierro de la sociedad civil de ser libre, siguiendo el liderazgo de Maria Corina Machado, quien ha resultado la más recia en su lucha por la libertad de Venezuela que todos los líderes de la región juntos.
Y ella ha venido a revindicar una de las tesis de Carlos Alberto Montaner expuesta en su obra “Latino América Y la Cultura Occidental”. “Solo en la medida que la democracia sea construida por la sociedad civil, América Latina ingresará en el edificio político cultural de Occidente”. Porque el movimiento que encabeza la Sra. Machado es el de la sociedad civil venezolana cuyo sacrificio ha sido uno de los mas grandes de la historia universal.
Con más presos políticos que en Irán, mayores y más sombrías cámaras de tortura que las creadas por el régimen de Cuba; el uso de los alimentos de la dieta básica para doblegar su espíritu democrático y con un éxodo de casi ocho millones de personas, la sociedad civil de Venezuela ha pagado un precio descomunal por los errores de las élites venezolana que le dieron la espalda para continuar haciendo negocios.
Y es esa sociedad civil la que ha gritado ¡¡Basta!! Y comenzado a crear el camino de su libertad tal y como lo intuyera Montaner.
Pero en Estados Unidos, otro país que llenaba los afecto de Carlos Alberto Montaner, cada día nos alejamos mas de los preceptos de la democracia liberal.
Hoy es casi imposible sostener una conversación sobre política sin correr el riesgo de ser lapidado por cualquiera de los dos bandos irreconciliables en que se divide el espectro político norteamericano. A diario se trafica con la mentira. Se difunden teorías de conspiración como aquella absurda conseja titulada Los Protocolos de los Sabios de Zion que fue usada como arma para practicar el antisemitismo.
Eso disparates circulan por las redes sociales cuya ausencia de editorializacion ha hecho de la conectividad una correa de transmisión de mensajes antidemocráticos. Montaner también intuyó este escenario en su libro La “Libertad Y sus Enemigos” donde describe como la tergiversación de los hechos, el robo de la identidad, la ausencia de transparencia y sobre todo la penetración de la mentira en todas las dimensiones del quehacer humano terminan por destruir la democracias.
Y al parecer nosotros los ciudadanos de este gran país nos hemos aburrido de las virtudes de la democracia liberal para comenzar a emular la conducta de las élites de las naciones que moran al Sur del Rio Bravo. Esas elites perfectamente descritas en el libro “Fabricantes de Miseria” han hecho de la polarización el mejor negocio del mundo para ellas. Y en el proceso de mimetización podemos terminar por contagiar al mundo entero al igual que en la tercera década del siglo pasado lo hizo Alemania con Europa.
También esto lo atisbó con talento Carlos Alberto Montaner en sus reflexiones finales obre los procesos políticos que había vivido y que recoge magistralmente en su libro “Sin ir más lejos”.
