La corporación cultural Ateneo Ecuatoriano, fundada en 1938 por Jaime Acosta Velasco, José Antonio Baquero de la Calle, Camilo Ponce Enríquez, María Avilés Mosquera, Manuel de Guzmán Polanco, Julio H. Santamaría y otros ilustres ecuatorianos; su nueva directiva conformada por la presidente Ana Cecilia García Avilés y la vicepresidente Verónica Ortega, una migrante retornada de Argentina, ha enviado un boletín de prensa indicando su solidaridad con los ecuatorianos residentes en Valencia.
Según una entrevista que tuvo acceso La República el Ateneo Ecuatoriano tiene vigente una red con otros Ateneos como el de Madrid (que es su principal aliado), el de Venezuela, Francia, El Salvador y México, por lo que según su vicepresidente Verónica Ortega, el Ateneo Ecuatoriano valiéndose de algunos convenios vigentes y en base a su estatuto que pone «la cultura como un instrumento de servicio y solidaridad con la comunidad» el Ateneo se ha puesto en contacto con su filial en Madrid y en Valencia para poder gestionar el envío de ayudas a los ecuatorianos que sufren el embate de la inundación DANA.
«Estamos trabajando con la empresa privada y espero el respaldo de Cancillería con nuestra entidad para ver cómo podemos ayudar a los migrantes en Valencia. La situación de los ecuatorianos es seria, catastrófica diría yo. Por ello, estamos apelando a nuestra «hermandad hispana», como señala el artículo 9 de nuestro estatuto, para poder ser el nexo entre España y Ecuador y poder gestionar la manaera más rápida. La cultura no puede ser ajena en estos momentos y hay que llevar esperanza a nuestros compatriotas y quienes lo necesiten», expresó Ortega.
Verónica Ortega, no obstante, destaca el apoyo de Cancillería, que en conjunto con el Consulado de Ecuador en España, que se haya logrado conseguir que los ecuatorianos que lo perdieron todo tengan la posibilidad de acceder a sus pasaportes y retornar al país si así lo desean y tener todos los derechos que este documento les otorga.
El Ateneo en la política internacional y contextos externos
Esta no sería la primera vez que el Ateneo Ecuatoriano se involucra en un tema de importante contexto histórico en un sentido humanitario. Pues según registros de la entidad, cuando el Dr. Camilo Ponce Enríquez fue Canciller, y ya creado el Ateneo formalmente, el expresidente José María Velasco Ibarra le encargó a Ponce Enríquez la misión de ayudar a alemanes de origen judío y a ecuatorianos atrapados en terriotios del Tercer Reich a huir de regreso al país. Y también en solidaridad con sus filiales españolas envió una carta a Madrid rechazando el franquismo.
Ortega, por ello, espera que las ayudas nuevamente del Ateneo Ecuatoriano vuelvan a ser fructíferas como en el pasado.
«El Ateneo está para ayudar y espero poder hacer algo por mi gente. por mis compatriotas y por quienes lo necesitan«, dijo la vicepresidente del organismo cultural con voz entrecortada.
Como otro contexto histórico pero interno, en 1938, Ecuador estaba experimentando un período de cambios políticos y sociales significativos. La dictadura de José María Velasco Ibarra había terminado, y el país estaba en proceso de transición hacia una democracia más estable.
Refundación del Ateneo
En este sentido, un grupo de intelectuales y los artistas ecuatorianos nombrados en el primer párrafo de esta nota, decidieron refundar el Ateneo Ecuatoriano, con el objetivo de: estimular la creatividad y la innovación, promover la cultura y el arte ecuatoriano y fomentar el debate y la reflexión crítica.