La policía neerlandesa por medio de una redada antidrogas decomisó una figura de un gnomo de aproximadamente 2 kilogramos realizada a base de droga artesanal en el jardín de una vivienda en Dongemond, Países Bajos, el pasado sábado, 22 de noviembre.
El peculiar hallazgo dejó atónitos a los agentes del orden, pues no se imaginaban que el muñeco contendría estupefacientes, luego de la confiscación, ellos publicaron un breve mensaje en su cuenta oficial en X: “Nosotros somos conscientes de que las sustancias ílicitas vienen en muchas formas y tamaños, pero de vez en cuando nos encontramos con cosas especiales”.
La autoridad, además, añadió en la red social cómo fue que examinaron al muñeco, a pesar de que parecía ser de piedra: “Es un lugar extraño para guardar tu gnomo de jardín, por lo que decidimos hacerle una prueba en busca de posibles narcóticos”.
Sus presunciones resultaron ser completamente correctas, ya que descubrieron que la estatua, que pesaba casi 2 kilos, estaba hecha completamente de MDMA. «El mismo gnomo quedó evidentemente sorprendido», bromea al final la Policía de los Países Bajos, aludiendo a la expresión que presenta la figura del enano de jardín, que se cubre la boca con ambas manos.
¿Qué es el MDMA?
El MDMA, también conocido como molly, M o éxtasis, entre otros muchos términos, es una sustancia sintética de laboratorio que produce efectos similares a los de los estimulantes como la metanfetamina. No obstante, algunos estudios y organizaciones la clasifican como una droga psicodélica, ya que también puede alterar levemente la percepción visual y temporal, según explica el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos. Los efectos del MDMA pueden incluir mayor energía, mayor alerta y una sensación intensificada de bienestar, calidez y mayor conexión con los demás. Sin embargo, el MDMA también puede generar efectos negativos indeseables y potencialmente peligrosos para la salud.
Prohibido el consumo de MDMA en la mayoría de naciones
La posesión de MDMA (éxtasis) comenzó a ser prohibida a nivel mundial a medida que los gobiernos comenzaron a clasificarla como una sustancia controlada debido a sus riesgos para la salud y su potencial de abuso:
Estados Unidos (1985):
El MDMA fue clasificado como una droga de Clase I (drogas con alto potencial de abuso y sin uso médico aceptado) por la Administración para el Control de Drogas (DEA) en 1985. Este fue un paso clave en la prohibición de la sustancia en muchos países, ya que muchas legislaciones internacionales siguen las directrices de la DEA.
- Convención de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes (1988):
En 1988, la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas incluyó el MDMA en su lista de sustancias controladas, lo que llevó a que muchos países adoptaran leyes similares para prohibir su posesión, distribución y fabricación. - Europa (finales de los 80 y principios de los 90):
En muchos países de Europa, el MDMA se hizo ilegal en la década de 1990, a medida que se popularizaba en la cultura de las fiestas electrónicas y raves. Por ejemplo, el MDMA fue catalogado como una sustancia controlada en el Reino Unido en 1997, aunque ya en los años anteriores se tomaron medidas en otros países de la región. - Australia (1988):
Australia también prohibió el MDMA a finales de los 80, después de que se extendiera su uso recreativo.
A partir de estos años, la mayoría de los países del mundo han establecido leyes que prohíben la posesión, fabricación y distribución de MDMA, aunque algunos lugares han considerado excepciones para su uso en investigación científica o terapéutica (por ejemplo, en el tratamiento de trastornos de estrés postraumático).
Aunque el MDMA está ampliamente prohibido, ha habido un renovado interés en su posible uso terapéutico en los últimos años. Algunos estudios clínicos han investigado su uso en tratamientos para trastornos como el estrés postraumático y la depresión, lo que ha llevado a un debate sobre su legalización en ciertos contextos médicos. Sin embargo, en la mayoría de los países sigue siendo ilegal para el uso recreativo.
No obstante, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estimó en 2020, que alrededor de 20 millones de personas, en su mayoría de Estados Unidos y Europa, la habían consumido al menos una vez a principios de ese año.
Nota por: David Josue Quispe Franco.