
Entre 2021 y 2023, el número de ecuatorianos que querían migrar era del 63% según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Pero entre 2024 y 2025, según esa misma organización, esa cifra cayó drásticamente y llegó al 46%. Sin embargo, de ese 46% que desearía irse de Ecuador, el 56% no lo haría por diversas razones:
Falta de recursos y emprendimientos al alza
La falta de recursos es la primera razón. Sin embargo, aquí yace una paradoja. Si bien el empleo pleno no tiene una cifra adecuada en Ecuador, pues es de alrededor del 35%, sin embargo esta realidad ha hecho que la gente opte por un emprendimiento o buscar «modos alternativos» para generar dinero. Los sectores en los que más emprendimientos se generan son: el comercio electrónico, la tecnología, los alimentos saludables, los productos ecológicos, las soluciones digitales para pequeñas empresas y el turismo ecológico.
Si bien, no existe una cifra exacta de cuántos emprendimientos hay en Ecuador entre 2024 y 2025, la tasa de actividad emprendedora temprana supera el promedio de América Latina. Esto esencialmente se da por el buen momento que atraviesa la gastronomía ecuatoriana por lo que muuchos emprendedores ven en el sector alimentos una gran oportunidad para emprender.
Según un reporte publicado por diario El Comercio existen varios factores para que lla gente decida quedarse, por ejemplo: el ya mencionado que es el factor económico, pero el asunto es que cuando una persona empieza a generar dinero con su emprendimiento, en lugar de migrar prefiere ver que su emprendimiento crezca porque a medida que el dinero entra, mantener su actividad requiere más esfuerzo y tiempo. Para los que no poseen un emprendimiento, el dinero es un problema para pensar migrar.
Carga familiar y vínculos con amigos y familiares
El segundo factor es la edad de vida. Si bien, el INEC indica que existe un desplome de nacimientos en Ecuador desde 1990, las personas con hijos son las que ya menos piensan en migrar. Cita el caso de «Ángel», oriundo de Otavalo quien tiene tres hijos y una esposa. Sueña con irse a Francia pero no tiene ni apoyo ni visa, no conoce nadie allá.
Por otro lado, existe casos de personas solteras que «sienten la necesidad» de encargarse de sus padres. Más si son hijos únicos. Así, El Comercio cita el caso de «Luisa» quien es artesana y está al cuidado de sus padres en Peguche.
Además, existe el apego familiar y de amistades. Eso es lo que se conoce como «vínculo y arraigo». Por otro lado, la migración de otros países como la venezolana que todavía sigue latente en Ecuador, lo que hace es que ecuatorianos piensen dos veces en migrar debido a las condiciones en las que muchos llegan al país, por lo que los ecuatorianos han optado por acogerlos y hacer crecer sus amistades.
El Comercio cita el caso de Mileydi y Antonio, dos venezolanos que huyeron de su país y cuentan que «están en Ibarrra y se sienten en paz. Además aquí hicimos conocidos y nos sentimos en cvomuunidad», dicen, «para nosotros venir a Ecuador fue una mejora y no un retroceso», añaden.
En caso de necesidad un ecuatoriano está convencido que en el país alguien puede ayudarlo en situaciones difíciles, lo que en otros países de antemano saben que estarían solos.
Casos de deportación crecen y ecuatorianos que deciden retornar de otros países llegan con probemas psicológicos o traumas
Las deportaciones que crecen en Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca están destrozando vínculos familliares y afectivos y los ecuatorianos no son ajenos a esta realidad. Muchos han sido deportados (cerca de 5.000 en lo que va del año) y varios casos ya suman de un pariente retornado ya sea por deportación o por retorno voluntrario.
En muchas realidades para el ecutaroiano regresar implica un «retroceso», pues muchos teorícamente salen para no volver, pero saben que si regresan ya no saldrían de nuevo y si son deportados ya no pueden volver por lo que en este caso muchos también optan por el emprendimiento para realizar actividades que les genere dinero y mantenerse ocupados y sobreponerse a esa decisión de regresar. Esto se conecta al primer punto.
Los familiares o amigos de deportados ya se lo piensan dos veces y tampoco quieren arriesgarse a vivir esa reallidad por lo que optan po no irse para evitar «experiencias traumáticas». Por otro lado, Europa tampoco es atractiva para los ecuatorianos por un temor a que crezca la guerra de Rusia en Ucrania y por crisis de vivienda y económica que azotan el Viejo Continente.
Por otro lado, crece el temor a discursos raciales y xenofóbos por parte de movimientos «extremistas» como el AfD alemán, el Agrupación Nacional de Francia y Vox en España.
Por lo que ya circulan casos de ecuatorianos que se lo piensan dos veces para quedarse en países de ese continente, sobre todo en Tik Tok y reels de Instagram donde cada vez más gente, sobre todo jóvenes, expresan su deseo de regresar al país generalmente por la imposibilidad de encontrar amigos, pareja o vida estable lo que hace que en muchos casos crezca la depresión y la soledad.
A este fenómeno se llama «inmovilidad» que cada vez es más creciente en la realidad ecuatoriana pero muy poco visibilizada. (I)
