El Top 10 de los libros del 2015

El escritor Oscar Vela.

Quito.- Cada año el mercado editorial se nutre y enriquece de nuevas publicaciones. Todas las lenguas y todas las tradiciones literarias del mundo han publicado libros en todos los género este año. ¿Cuales fueron los libros más impactantes del 2015?

Hay libros que nacen con cierta acogida y terminan condenados al olvido. Otros nacen sin ruido y con los años terminan volviéndose fundamentales. Hay los que nacen con gloria y siempre se mantienen en la punta de la ola. Y los que llegan al mundo sin despertar aplausos y mueren olvidados.

La redacción de LaRepública, con el ánimo de promover el oficio de leer, publica por segundo año consecutivo su lista ‘El Top 10’ de libros que recomienda a sus lectores. Aclaramos, sin embargo, que es una lista únicamente referencial y que no excluye la posibilidad de que hayamos olvidado mencionar a otras geniales piezas de la literatura.

Este es nuestro Top 10:

1.- Todo ese ayer (Alfaguara, 2015), de Óscar Vela. Se trata de una novela, como todas las grandes obras de la literatura, sobre la memoria. Un acomodado abogado quiteño recibe un email de un amigo de la infancia, a quién creía muerto pues constaba desde hace 34 años en la lista de desaparecidos de la dictadura argentina. El hallazgo de esa vieja y entrañable amistad ocurre en el contexto de lo que fue en el Ecuador el 30 de septiembre del 2010. En dos planos, aquel de “todo ese ayer” en la Argentina y el de la insurrección policial en el Ecuador, el libro arroja luces sobre lo que ocurre con vidas inocentes cuando son arrasadas por la Historia escrita a la sazón de la violencia y la ambición de poder. La de Oscar Vela es una novela que indaga en el simple descalabro de la vida, que ocurre de un día para otro pues, como decía Francis Scott Fitzgerald, “toda vida es un proceso de demolición”.

2.- Sumisión (Anagrama, 2015), de Michel Houellebecq. En un ejercicio de imaginación, el autor ambienta la trama en 2022, al término del segundo mandato del actual presidente de Francia, François Hollande y tras una hipotética segunda vuelta electoral dominada por un partido ficticio que el novelista bautiza como “Hermanos musulmanes”. Esa formación islamista se impondría a un poderoso FN, todavía liderado por Marine Le Pen, que se habría visto revigorizado por una alianza con el Partido Socialista (PS) y la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), según la inédita coalición imaginada por el autor.

3.- La familia del Dr. Lehman (Luna de bolsillo, 2015), de Sandra Araya. Ganó el premio de novela ‘La Linares’. Una obra que alcanza un genial estilo literario en el cual se mezclan la más intima y profunda introspección con el misterio de corte detectivesco. Como ya lo hizo Luisa Valenzuela, Sandra Araya hace de su novela breve una reflexión sobre la identidad y los procesos de destrucción de la misma, que implican el salvaje sometimiento psicológico y la aniquilación de la memoria. Luego de esa dominación, sólo quedan ráfagas del pasado, inexplicables cicatrices en la piel y una extraña incomprensión de la realidad circundante. Se trata de una lectura fascinante, que indaga con elegancia y elocuencia en la perversión de un hombre y que está contada por la destrozada voz de una de sus víctimas. Una novela breve de suspenso, que se lee con la fascinación y emoción del thriller de terror o la novela policiaca.

4.- El año del verano que nunca llegó (Random House, 2015), de William Ospina. Una fascinante novela que se detiene en la mítica noche de 1816 que duró tres días y que reunió junto al lago Lemán, en Ginebra, a los escritores románticos Lord Byron, Percy Bysshe Shelley, Mary Shelley, John William Polidori, Claire Clairmont y Matthew Lewis. Esa noche nacieron los vampiros de Polidori y del Frankenstein de Mary Shelley. William Ospina realiza una novela sobre todo lo que esa noche significó para la cultura occidental pero también, por primera vez, es un libro que lo narra desde su propia experiencia de vida.

5.- Crueles cuentos para niños viejos (CCE, 2015), de Juan Pablo Castro Rodas. Un libro que consta de diez relatos en los que se aborda el tema del suicidio infantil. Este conjunto de relatos ganó el Premio Nacional de Cuento “José Félix López”, organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo Guayas. Sin duda, una obra en donde se nota el profundo y vasto conocimiento de Castro Rodas del género del relato y un estilo literario genuino y compacto.

6.- Los diarios de Emilio Renzi (Anagrama, 2015), de Ricardo Piglia. Todos han oído hablar de Ricardo Piglia, uno de los más grandes escritores argentinos de todos los tiempos. Emilio Renzi es su alter ego, al cual lo ha hecho aparecer y desaparecer en sus novelas. De hecho, ese alter ego nace del nombre completo del escritor: Ricardo Emilio Piglia Renzi. Este libro en realidad reúne más de medio siglo de diarios personales, escritos entre 1957 y 2015, a los que incluye relatos y ensayos escritos por Piglia pero firmados por Renzi. Este libro, sin embargo, es el primer tomo de un proyecto descomunal que se compone de tres volúmenes. Este tomo se llama ‘Años de formación’.

7.- Antropofaguitas (Ministerio de Cultura, 2015), de Gabriela Ponce Padilla. Si bien se trata de una ópera prima, con este libro Gabriela Ponce hace un debut sumamente interesante en la República de las letras ecuatorianas. En este libro, Ponce hace de la escritura un poderoso proceso de catarsis en el que se reflexiona sobre la feminidad para replantear sus significados. El libro ganó el fondo concursable del Ministerio de Cultura en categoría de cuentos y fue presentado en la última Feria del Libro de Quito.

8.- Contigo en la distancia (Alfaguara, 2015), de Carla Guelfenbein. Se trata de la novela que ganó el Premio Alfaguara de Novela de este año. En ‘Contigo en la distancia’ se recrea la fusión entre dos torrentes que se encuentran salvajemente en un mismo cauce: la continuidad intensa de la prosa y el silencio cósmico que deja tras de sí la metáfora poética. Lo dijo Guelfenbein y lo ratifican sus personajes en sus diálogos: el silencio dice tanto o más que la palabra. Su mayor mérito es presentar a la escritura en su dimensión real: como un oficio radical y profundamente peligroso. Guelfenbein entiende que la labor del escritor es una actividad de alto riesgo, que se arma al filo de la navaja y contra el viento que empuja al creador al abismo. Por eso el argumento de ‘Contigo en la distancia’ no es sino el relato de cómo la literatura arrasa con la vida de sus personajes y, sin embargo, les otorga sentido.

9.- Poesía reunida 1970-2004 (La Caracola, 2015), de Iván Carvajal. No hay mucho que decir de Iván Carvajal salvo que es el más grande poeta vivo del Ecuador y uno de los más grandes de Hispanoamérica. Además, es una de las mentes más brillantes de la universidad ecuatoriana, hoy retirado a una vida de lectura. La Caracola Editores lanzó este 2015 la compilación de su poesía, escrita entre 1970 y 2004, pagando así una deuda fundamental con una de las más prodigiosas plumas que ha tenido el Ecuador. Es de los poetas que no apresuran publicaciones y cuyos libros son el resultado de años de trabajo. Algunos de sus textos, como “Los amantes de Sumpa” y “La ofrenda del cerezo”, son considerados poemas de culto.

10.- Diarios 1956-1985 (Lumen, 2015), de Jaime Gil de Biedma. Hoy, Gil de Biedma, el cónsul de Sodoma, es una leyenda y un poeta indispensable del castellano. Un dandi que vivió en el delirio y que dejo de escribir poesía tempranamente. Increíblemente, este libro coincide con ‘Memorias’ de Carlos Barral, uno de sus más entrañables amigos y el editor fundamental de esa Barcelona que fue capital de nuestra lengua. Esta pieza integra todos los diarios del mítico Gil de Biedma, con el fin de presentar una biografía moral del poeta que en el quiso ser poema y que cambió por siempre las tendencias estéticas de la poesía española.

Bonus: Este 2015 fue el año de la publicación de ‘Pensión Babilonia’ de Adolfo Macías y ‘Al sur del Ecuador’ de Edwin Madrid, la primera novela y la segunda libro de poesía, ambas premiadas por el Ministerio de Cultura. La novela ‘Te Faruru’ (Aquí se hace el amor) de Jorge Izquierdo fue finalista al Premio Herralde de Novela 2015. Y Carla Badillo Coronado, una de las voces más prometedoras de la actual poesía ecuatoriana, recibió el XVIII Premio Loewe a la Mejor Creación Joven, por su libro ‘El color de la granada’. 

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