«Frida», el colorista viaje a las entrañas de Kahlo de la mano de Lacombe

Frida Kahlo. Foto de Archivo, La República.

La fascinación que como artista y mujer despertó la mexicana Frida Kahlo en el ilustrador Benjamin Lacombe y en el escritor Sébastian Perez llevó a ambos a crear uno de sus libros más coloristas y poéticos, «Frida», un viaje a las «entrañas» de un icono de la cultura que supo «convertir su dolor en arte».

Así lo explicaron estos dos autores franceses en una entrevista con Efe con motivo de la presentación de la edición en español de «Frida» (Edelvives), con extractos de los cuadernos personales de Kahlo que se intercalan con textos poéticos del Perez a modo de libro de pensamientos, mientras que las ilustraciones de Lacombe se adentran en el alma de la artista a través de «capas» en una sucesión de páginas troqueladas.

Un libro de gran formato con 20 de sus 72 páginas troqueladas, una técnica que, explica Lacombe, se ha utilizado como un recurso narrativo para viajar a lo más íntimo de este icono de la cultura latinoamericana del siglo XX.

Lacombe y Perez decidieron seleccionar nueve temas que constituyeran la «columna vertebral» de la vida y obra de Frida Kahlo (1907-1954), una mujer que no fue solo pintora, sino una intelectual, avanzada de su tiempo, apasionada y gran conocedora del dolor, que tuvo polio y a la que una barra de acero le atravesó la pelvis en un accidente de tráfico en 1925.

Casada con el muralista Diego Rivera en 1929 para divorciarse diez años después y casarse de nuevo con él, Lacombe recuerda cómo Frida Kahlo era presentada como la mujer de Rivera cuando, dice, ahora sería él el que debería ser conocido como el marido de la artista que se hizo mundialmente famosa.

La idea de troquelar las ilustraciones para sumergirse en «las entrañas» de Frida Kahlo surgió en una visita a su Casa Azul en la Ciudad de México, donde vieron una estructura hueca en papel maché realizada por la artista sobre sí misma y en la que se puede ver en su interior.

El accidente, la medicina, la tierra, la fauna, el amor, la muerte, la maternidad, la columna rota y la posteridad son los temas elegidos por los autores, nueve porque es un número simbólico para los aztecas.

A través del libro se puede ver cómo el mundo de Frida Kahlo «emerge literalmente del dolor que le provoca su cuerpo», ya que la artista nace del accidente y empieza a pintar primero para «matar el tiempo» y luego para expresar su sufrimiento.

A través de los troqueles se observa una primera capa que es la de la colorida pintura de Frida Kahlo, una segunda con la reinterpretación de sus cuadros desde su vida y una tercera en la que Lacombe habla de sus referencias culturales, desde mexicanas a budistas, explica este reconocido ilustrador.

No obstante, Lacombe considera que Frida Kahlo era ya artista antes del accidente y que este solo fue el detonante para despertar en ella una «necesidad imperiosa e irrefrenable» de pintar.

El ilustrador francés, que ha utilizado también «una forma de narrar cromática», asegura que le ha resultado difícil adaptar su paleta a la de Kahlo, mucho más colorista que la suya aunque sostiene que ambos tienen mucha proximidad en los temas que abordan.

Perez aproxima al lector al pensamiento más íntimo de la mexicana con sus reflexiones en primera persona sobre temas como la imposibilidad de ser madre: «El retoño que crecía en mi interior se ha marchitado. Lo ha dejado sin vida esta cáscara deforme», dice en el libro.

Aunque en sus colaboraciones con Perez el ilustrador ha creado libros con personajes diversos, Lacombe reconoce su predilección artística por el universo femenino: «La mujer se puede explorar en diferentes capas en contraposición con el mundo masculino, más monolítico».

Su próximo trabajo será «Carmen», una obra sobre este mito de múltiples caras que inmortalizó la famosa ópera de Bizet y que será «muy gótica». EFE (I)

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