«Gulag», de Leo Moyano en galería DPM

Foto dpmgallery.com

Guayaquil.- Galería DPM invita a visitar la exposición»Gulag»  del artista guayaquileño Leo Moyano a partir del 3 de mayo, en el horario de 11h00 a 18h00 en Circunvalación Sur 111 y Víctor Emilio Estrada.

Texto Salvador izquierdo:

– Un crítico mexicano, Christopher Michael Domínguez, dijo, al respecto de una novela cubana que estaba reseñando: “es un recorrido imaginario en el camino hacia el gulag”.

– En su Historia del Gulag, Anne Applebaum sostiene que los que estaban presos no se referían al mundo exterior como: «la libertad» sino como: «la gran área de prisión», más grande y un poco menos mortífero que «la pequeña zona», donde estaban ellos.

Stalker, de Andrei Tarkovsky, “no es una película acerca del Gulag pero el ausente y no mencionado Gulag es constantemente sugerido”, dice Geoff Dyer, en uno de sus mejores libros.

– Gulag es en realidad un acrónimo para Glavnoe Upravlenie LAGerei que quiere decir, muy llanamente, “Dirección General de los Campos de Trabajo”.

– Lenin, Stalin, Trotsky eran solo apodos, no los nombres verdaderos, de Vladimir Ilich, Joseph y Lev.

– La trituradora de carne, en cambio, era el apodo del sistema represivo soviético en general, el mismo que ya existía en 1917, se oficializó en 1929, se perfeccionó hasta 1956 y duró, de alguna manera u otra, hasta los 1980s.

– El Archipiélago del Gulag, el título del gran libro de Alexander Solzhenitsyn, en ruso, se lee como rima Arkhipelag GuLag.

– Las islas de Solovetsky, en el Mar Blanco, al norte de Rusia, tienen un total de 347 kilómetros cuadrados de extensión.

– En Norilsk, Vorkuta y Kengir ocurrieron las principales rebeliones internas del Gulag entre 1953 y 1954.

– “Un lugar asombroso donde el asombro es inútil porque todo es normal aquí” dice Dyer, acerca de la Zona, el lugar al que acuden los protagonistas de la película de Tarkovsky.

– Y Marina Tsvetaeva, quien se suicidó en 1941, después de que su esposo y su hija fueran apresados por el Comisionado para Asuntos Internos de la Unión Soviética, bajo cargos de espionaje, exclamó en uno de sus poemas: “abre el corazón”.

La entrada es libre.

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