API – Fue un partido de dientes apretados. Ante un marco aceptable de público en el Monumental, Barcelona recibió a Deportivo Cuenca con la expectativa de seguir colgado de la aspiración de llegar a la próxima Copa Libertadores.
Los primeros minutos fueron de fuego cruzado. Tanto amarillos como morlacos demostraron su cara más ambiciosa y menos especulativa. Al minuto 17, un desborde ancho de Pedro Pablo Velasco terminó en servicio exacto en el área para que el colombiano Jefferson Mena supere a su marca y facture el 1 por 0.
El tanto de apertura le dio cierto impulso a Barcelona. El cuadro dirigido por Almada encontró nuevamente en Damián Díaz a ese eje sobre el cual rotar y en Marcos Caicedo a ese huracán arrasador por los costados. Antes del descanso, el diestro Ely Esterilla se retiró del campo fruto de un tirón, en su lugar saltó al campo José Ayoví.
La segunda parte mostró varias de las mejores virtudes de Barcelona. El juego por las bandas, la dinámica, el despliegue y la explosión de recursos que van más allá de la influencia de Jonathan Álvez como cabeza de área. Al minuto 63, una mala salida de la zaga morlaca terminó en desborde de Marcos Caicedo y centro que fue desviado por un defensor a propia meta.
Apenas instantes después que Barcelona festejará el 2 por 0, un tiro libre le dio la oportunidad a Matías Oyola de servir una pincelada que se elevó por encima de la barrera y que dejó sin efecto la buena volada de Hamilton Piedra. Golazo del capitán amarillo para ampliar la renda a favor de su equipo.
Los minutos finales fueron apenas un trámite. Barcelona se lo tomó con relajación el remate del match y buscó alternativas para dosificar energías manteniendo a su rival controlado. Los morlacos, por su parte, se quedaron sin aire en el Monumental y padecieron el no tener variantes para respaldar su juego generoso por los costados. (D)