El mensaje de Carapaz tras el triunfo: «A los soñadores, sepan que todo es posible»

El ganador del ecuatoriano Richard Carapaz (C) del equipo Movistar, el segundo ciclista italiano Vincenzo Nibali (L) de Bahrein - El equipo de Mérida y el tercer ciclista esloveno Primoz Roglic (R) del equipo Jumbo-Visma celebran después de la 21ª y última etapa del Carrera ciclista del Giro de Italia, una contrarreloj individual a lo largo de 17 km en Verona, Italia, 2 de junio de 2019. (Ciclismo, Bahrein, Italia, Eslovenia) EFE / EPA / ALESSANDRO DI MEO

Richard Carapaz (Movistar), que hizo historia este domingo al conquistar el primer Giro de Italia  para Ecuador, aseguró que este triunfo es «la recompensa a todos los esfuerzos».

«No sé qué decir, es un sentimiento único. Creo que para mí es el triunfo más grande que he podido lograr en mi vida. Es la recompensa a todos los esfuerzos y sacrificios«, dijo un emocionado Carapaz, al borde de las lágrimas, al acabar la contrarreloj final de Verona.

«Se lo debo a mi equipo, que me ha ayudado a conseguir este Gran Giro de Italia», prosiguió el ecuatoriano, que triunfó por delante de Vincenzo Nibali (Bahrein) y del esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma).

Cuando le dijeron que el Presidente Lenín Moreno lo estaba viendo en vivo y que si quería enviarle un mensaje, el campeón respondió: «A todos los que siempre creyeron en mí, sepan que hacen parte de esta ‘maglia’ rosa. Y para los soñadores, que todo es posible».

En una entrevista con el diario español El País, cuando le preguntan por qué es tan calmado, ha respondido:

«Esta calma creo que me viene de mis padres. Mi padre es muy tranquilo. Hay veces que se pasaban dificultades económicas en el hogar y tú le veías a él y era como que no pasaba nada. Llegaba a cenar tranquilo, se reía…, pero creo que por dentro… Al final te fijas mucho en eso. Mi madre nos contaba, pues eso, tenemos esta deuda y ya la tenemos encima y no sabemos de dónde lo sacaremos… Luego mi padre se concentraba en eso y cuando llegaba a casa no decía, no tiraba los trastos desesperado… Tranquilo, tranquilo siempre hallaba una solución. No hay que precipitarse.»

Carapaz celebró su victoria en una Arena de Verona repleta, con decenas de aficionados ecuatorianos envueltos en las banderas de su país y con su familia en la primera fila, con su mujer, hijos e incluso sus padres, que le dieron una sorpresa.

«No me esperaba que vinieran mis padres aquí. Es un momento único que se lo debo a ellos», aseguró. EFE

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