El lunes 21 de octubre concluye el plazo dado por el Juzgado de lo Social número 15 de Barcelona para que el FC Barcelona y Neymar presenten sus respectivas conclusiones por escrito a través de sus abogados antes de que el juez dicte que el juicio está visto para una sentencia que podría llegar antes de acabar el presente año. El mismo día de la vista en la Ciutat de la Justícia, el 27 de septiembre, no hubo acuerdo alguno en el acto de conciliación entre los juristas de ambas partes.
Neymar quiere alcanzar un pacto a diferencia del FC Barcelona, totalmente convencido de que el juez le acabará dando la razón. Por incumplimiento de contrato, el club exige al brasileño los 16 millones de euros que le pagó por haber renovado en 2017 y los 1,7 ‘kilos’ liquidados en 2016 con el contrato anterior a su última renovación.
Neymar pide los 24 millones que le quedaban por percibir cuando se desvinculó del Barça para ir al PSG en agosto de 2017 de los 40 pactados más 3,65 en intereses. Los abogados de la entidad azulgrana esgrimieron que lo que se firmó era un premio de fidelidad (‘loyalty bonus’) por una posterior ampliación del nuevo contrato de 2021 a 2022 y que fue Neymar quien no cumplió con ese compromiso con el club a largo plazo. La defensa del brasileño llegó a plantear algún tipo de garantía de pago de cara a un futuro regreso como azulgrana a cambio de renunciar a la celebración del juicio. El Barça se negó en redondo. En caso de haberse aplazado la vista el 27 de septiembre, no se habría podido celebrar hasta marzo de 2021 por falta de fechas en el Juzgado.
**Texto obtenido del portal español Mundo Deportivo**