La petrolera brasileña Petrobras anunció hoy que concluyó la operación con la que había acordado transferirle a la francesa Total, a cambio de 1.950 millones de dólares, derechos sobre dos importantes yacimientos que explota en aguas muy profundas del océano Atlántico.
«Petrobras y Total finalizaron con la conclusión de estas operaciones un marco importante en el desarrollo de la Alianza Estratégica que firmaron el 1 de marzo de 2017», según un comunicado divulgado por la petrolera brasileña.
Las operaciones concluidas permiten a Total convertirse en la empresa con mayor participación (35 %) y en operadora del consorcio con derechos para explotar el campo de Lapa, así como en una nueva socia, con 22,5 % de participación, en el consorcio que se adjudicó la licencia para explotar el campo de Iara.
Ambos campos están ubicados en la cuenca marina de Santos y tienen reservas probadas en el presal, el horizonte de explotación en aguas muy profundas del océano Atlántico ubicado por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y cuyas gigantescas reservas pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores de crudo.
Mediante la primera de las operaciones, Petrobras le cedió a Total el 35 % de los derechos sobre el campo de Lapa, con lo que el consorcio que explota esta área, en la que ya fue instalada una plataforma que extrae 100.000 barriles diarios, pasó a ser liderado y operado por la francesa (35 %) y completado por la británica Shell (30 %), la hispano-china Repsol-Sinopec (25 %) y Petrobras (10 %).
Por la segunda operación Petrobras le cedió a Total el 22,5 % de los derechos sobre el campo de Iara, en donde está prevista la llegada este año de una plataforma con capacidad para extraer 150.000 barriles diarios, con lo que el consorcio mantuvo a Petrobras como controladora y operadora (42,5 %) y como socios a Shell (25 %), Total (22,5 %) e Petrogal (10 %).
Petrobras informó de que los derechos fueron vendidos por 1.950 millones de dólares pero que en ese valor no está incluida una línea de crédito por 400 millones de dólares que Petrobras puede hacer efectiva para completar sus inversiones en Iara.
«Todas las condiciones precedentes a la cesión de los derechos fueron cumplidas, incluso la concesión de las licencias ambientales de operación para que Total se convierta en la operadora del campo de Lapa», según el comunicado de la brasileña.
La mayor empresa de Brasil agregó que las operaciones apuntalan la «Alianza Estratégica» que acordó con Total para combinar las experiencias de ambas compañías en aguas profundas.
Petrobras y Total son actualmente socias en 19 consorcios en Brasil, incluyendo el que explota el yacimiento de Libra, en la cuenca marina de Santos y que fue la primera área en que Brasil ofreció derechos mediante el régimen de asociación con el Estado.
En el exterior las dos empresas son socias en el campo de Chinook, en aguas estadounidenses del Golfo de México; en los campos en aguas profundas de Akpo e Egina, en Nigeria; y en los campos de gas de San Alberto, San Antonio e Itaú, en Bolivia, además de ser socias en el gigantesco gasoducto entre Bolivia y Brasil.
«Para Petrobras las transacciones también la ayudarán a mitigar los riegos, fortalecer la gobernanza corporativa y mejorar la financiación de la empresa, mediante el ingreso de recursos a su caja y la reducción de las inversiones», agregó la empresa.
La empresa dijo igualmente que el acuerdo está enmarcado en su programa de desinversiones por el que se propuso vender activos por valor de 21.000 millones de dólares en 2017 y 2018.
El plan de venta de activos es una de las herramientas con la que Petrobras pretende una reestructuración para reducir su tamaño y adecuarse a una coyuntura negativa provocada por la caída de los precios internacionales del crudo en los últimos años, y hacer frente a la caída de sus ingresos y a su grave crisis financiera. EFE