Griegos se movilizan contra el último gran paquete de reformas del rescate

Manifestantes se reúnen cerca del Parlamento griego durante una manifestación contra el acuerdo entre el gobierno y sus acreedores, en Atenas (Foto AP/Emilio Morenatti)

Grecia vivió hoy una nueva jornada de huelgas y movilizaciones contra el presumiblemente último gran paquete de medidas de austeridad antes de que el país salga del rescate económico.

Pocas horas antes de la votación esta noche en el Parlamento de una ley escoba que incluye 400 artículos, el transporte público quedó totalmente paralizado por una huelga de 24 horas convocada por los sindicatos.

Al paro se sumaron durante tres horas los controladores aéreos, lo que obligó a las aerolíneas a cancelar algunos vuelos nacionales y modificar el horario de otro medio centenar.

Los paros laborales, apoyados en varias manifestaciones, se dirigen contra el compendio de reformas pactadas por el Gobierno izquierdistas de Alexis Tsipras con las instituciones acreedoras, de cuya aprobación depende el próximo desembolso del rescate.

Entre las medidas que más ampollas han levantado figura el endurecimiento de las condiciones para la convocatoria de huelgas a nivel local, la creación de un sistema electrónico para las ejecuciones hipotecarias, así como una reforma de los subsidios familiares.

A pesar de que este paquete de medidas no incluye nuevos tijeretazos a pensiones o aumentos de impuestos, ha sido uno de los que más ha logrado movilizar a los sindicatos.

A partir de ahora, las asambleas previas a una convocatoria de huelga deberán contar en las representaciones sindicales locales con una participación mínima del 50 % de los afiliados (hasta ahora era el 20 %). La votación en sí seguirá requiriendo como hasta ahora de una mayoría simple.

A pesar de que esta reforma es insignificante en comparación con los numerosos sacrificios que los griegos han tenido que hacer a lo largo de siete años de rescates, para los sindicatos tiene mucha fuerza simbólica, sobre todo por provenir de un Gobierno de izquierdas.

Mucha protesta ha despertado igualmente la introducción de un sistema electrónico para las ejecuciones hipotecarias, que sustituirá las subastas presenciales, boicoteadas regularmente por plataformas antidesahucios.

El exministro de Economía y ahora titular de Energía, Yorgos Stathakis, autor de esta reforma, insistió hoy en que dos terceras partes de los hogares griegos seguirán estando protegidos contra el desahucio y que las subastas solo afectarán a viviendas con un valor catastral superior a los 280.000 euros si los ingresos familiares no superan los 40.500 euros anuales.

La oposición le reprochó no haber dejado claro cual será la regulación cuando a finales de año venza la actual.

Para Tsipras sacar adelante este paquete de medidas es de capital importancia, con vistas a cerrar la tercera y penúltima evaluación del rescate, que finaliza en verano.

Se espera que en su próxima reunión, dentro de una semana, el Eurogrupo luz verde a un desembolso de unos 6.500 millones de euros y que a partir de ese momento empiece a programarse la cuarta y ultima evaluación del rescate.

Tsipras se ha propuesto poner ya la mirada en el periodo postrescate y, en un momento en que la economía empieza a dar señales de recuperación, su objetivo principal es salir del rescate sin necesidad de financiación adicional.

Sobre el papel las cifras parecen darle la razón: el PIB griego registró en el tercer trimestre de 2017 un incremento interanual del 1,3 %, las exportaciones crecieron un 15,5 % en noviembre y el paro se redujo al 20,7 %, el nivel más bajo desde noviembre de 2011.

A ello se añade que los inversores han empezado a recuperar la confianza en Grecia y, según recalcó hoy Tsipras en el debate parlamentario, las inversiones extranjeras están a su nivel más alto desde 2008.

En las últimas semanas, el bono griego a diez años ha ido batiendo un récord detrás de otro, con rendimientos que han llegado a situarse en el 3,6 %, el nivel más bajo en doce años.

«Hemos dejado atrás las dificultades. Ahora empieza el esfuerzo para sanar las heridas de la crisis y hacer que el país retome el camino correcto, logrando un incremento de la riqueza productiva y una mejora del nivel salarial», dijo Tsipras en su intervención. EFE

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