Islamistas resisten atrincherados con 30 rehenes

La imagen satelital del 8 de octubre de 2012 proporcionada por DigitalGlobe muestra el complejo gasífero Ain Amenas en Algeria, en el desierto del Sahara, donde fuerzas especiales argelinas lanzaron el jueves 17 de enero de 2013 una operación de rescate para liberar a casi un centenar de los 132 extranjeros tomados como rehenes por milicianos islamistas, según informó este viernes el servicio estatal de noticias de Argelia.

La pesadilla que se vive en la planta gasística argelina situada cerca de In Amenas, en el sureste del país, se prolonga este viernes. A media tarde la agencia oficial argelina APS ha informado de que un centenar de los 132 rehenes extranjeros han sido liberados y que la operación del Ejército argelino sigue en marcha para rescatar a los otros 30. Hasta ahora, el asalto que las fuerzas de seguridad iniciaron el jueves a mediodía arroja un dramático balance de en torno a 30 secuestrados muertos, entre ellos siete foráneos, según un recuento de Reuters citado por el diario español El País. La agencia estatal, sin embargo, solo ha confirmado el fallecimiento de 12 rehenes.

El reporte de APS sugirió un posible avance en el tenso asedio de la planta, luego que milicianos se apoderaron de ésta el miércoles. Reflejaría también un aumento significativo en el número de rehenes extranjeros involucrados.

Argelia
La agencia citó a un funcionario de seguridad y no mencionó un número de muertos por los enfrentamientos entre las fuerzas argelinas y los milicianos. Pero más temprano, había informado que perecieron 18 milicianos.

El ataque militar argelino para liberar a los rehenes capturados por milicianos islamistas seguía rodeado de incertidumbre.

Los dormitorios de la planta ya estaban bajo control, dijo la agencia noticiosa del gobierno.

Pero decenas de trabajadores seguían desaparecidos después que los militares dijeron que el ataque a los milicianos en la remota instalación en el desierto concluyó el jueves por la noche. Pese a la falta de detalles, estaba en claro que el ataque que comenzó el viernes mató a por lo menos seis trabajadores de la fábrica, y quizás a muchos más.

Los trabajadores secuestrados por los milicianos provienen de numerosos países: hay estadounidenses, británicos, franceses, noruegos, rumanos, malayos, japoneses, argelinos, e incluso un ecuatoriano. Líderes de varias naciones manifestaron hoy preocupación por el modo en que Argelia manejaba la situación y por su aparente falta de comunicación.

El primer ministro británico David Cameron se presentó este viernes ante la Cámara de los Comunes y pareció frustrado de que Gran Bretaña no fuese avisada sobre la operación militar pese a haber «exhortado a que nos consultaran».

Rehenes aterrorizados de Irlanda y Noruega salieron de la planta de Ain Amenas, a 1.300 kilómetros (800 millas) al sur de Argel, la capital. La firma BP, que opera conjuntamente la planta, dijo que empezó a evacuar a empleados argelinos.

«Este es un lugar amplio y complicado y todavía están buscando a los terroristas y posiblemente a algunos de los rehenes», dijo Cameron. Informó a los legisladores que la situación seguía siendo peligrosa. «Parte de la amenaza ha sido eliminada en una sector de la planta, pero persiste la amenaza en otro sector».

El gobierno argelino dominado por el ejército, acostumbrado desde hace décadas a combatir las milicias islámicas, desestimó los ofrecimientos extranjeros de ayuda y lanzó la operación por sí solo.

Hoy, el embajador de Argelia en Japón fue convocado por el gobierno y exigió que Argelia diera prioridad a las vidas de los rehenes y cooperase más estrechamente.

El gobierno estadounidense envió un avión de vigilancia no tripulado a la planta, cerca de la frontera con Libia, pero no pudo hacer más que observar la operación militar del jueves. Funcionarios de inteligencia británicos estaban en la capital argelina pero no en la planta, dijo una fuente oficial británica con la condición del anonimato por no estar autorizada a hablar con la prensa.

Un funcionario estadounidense dijo que algunos rehenes de su país escaparon pero otros seguían cautivos o desaparecidos. Los milicianos dijeron que 35 rehenes murieron cuando los helicópteros argelinos abrieron fuego. El grupo miliciano estaba encabezado por un desprendimiento de al-Qaida, conocido como la Brigada Enmascarada, con sede en Mali.

* Con informes de AP. AP Photo/DigitalGlobe)

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