Los ataques a viviendas de milicianos palestinos redoblan el temor en Gaza

Yan Yunis (Gaza), 10 jul (EFE).- Aturdida aún por el impacto de un misil sobre su vivienda en plena madrugada, Samira Kaware buscaba a uno de sus hijos en el hospital Gaza-Europa de Jan Yunis, en el sur de la Franja.

Avanzada la noche, con el ruido de las ambulancias bramando en la ciudad y el desespero en el rostro, se negaba a creer que siete personas que vivían en el edificio familiar habían muerto en un bombardeo israelí y que uno de ellos era su hijo.

Ella se encontraba ya en el hospital para una prueba particular, y por eso aquella noche de Ramadán, no estaba en la casa en la que también vivía Odeh Kaware, un miembro de las «Brigadas Azedin al Kasam», brazo armado del movimiento islamista Hamás.

Tampoco debían estar el resto de miembros de la familia, ya que una persona que hablaba árabe y se identificó como miembro de las Fuerzas Armadas israelíes avisó de que el inmueble sería bombardeado en diez minutos.

Según la organización israelí de defensa de los derechos humanos Betselem, la llamada se produjo en torno a la 1:30 hora local y los habitantes del edificio obedecieron la orden y salieron de inmediato a la calle.

Pero que al no ocurrir nada, regresaron al interior hasta que a las 2:50 sonó el disparo de aviso -que destruyó una cisterna de agua- y diez minutos después un cazabombardero israelí disparó un misil que derrumbó el edificio.

«Dado el sofisticado equipo de vigilancia que tiene el Ejército, los responsables del bombardeo debían saber que la gente había regresado a la casa y que había civiles», explica Betselem en un comunicado enviado a los medios.

«Un responsable militar dijo que no les dio tiempo a desviar el misil cuando vieron a los civiles, un argumento que no parece razonable», concluye.

La organización recordó hoy que bombardear las viviendas familiares de los milicianos palestinos «viola el derecho internacional humanitario».

En su comunicado, Betselem subraya también que aunque el Ejército israelí alerte a los habitantes con un disparo de aviso y no se produzcan víctimas «esas viviendas no son objetivos militares legítimos».

«Atacar esos objetivos es una grave violación del derecho internacional humanitario. La gravedad de la violación es mayor cuando civiles que no están implicados resultaron heridos», explicó la organización.

«Tratar esas casas como objetivos legítimos es ilegal, una interpretación distorsionada del concepto cuyo resultado es el daño para los civiles, que son a quienes la ley intenta proteger», recuerda la organización.

Betselem denunció, asimismo, que el Ejército israelí sabe que esos objetivos son ilegítimos, y trata de cubrir la realidad al asegurar que se trata de «centros de operaciones y de comando» de altos mandos de Hamás.

«En otras palabras, los militares mismos saben que esos ataques son ilegales porque las casas no son objetivos legítimos. Solo después de que el primer comunicado (en el que se admitía el ataque a cuatro casas), intentaron readaptarlo para que se ajustara a la ley internacional», afirmó.

Los ataques contra edificios durante los tres días han hecho que muchos de los gazatíes abandonen sus hogares y traten de buscar refugio en el populoso centro de la ciudad, considerada una zona más segura.

Es el caso de Ibrahim Ghaben, 40 años y padre de ocho hijos, que ha decidido abandonar su vivienda en la localidad de Beirt Lahia, en el norte de la Franja, y mudarse a casa de su hermano tras ver como los aviones atacaban granjas alrededor de su vivienda.

«No hay nada seguro en toda la Franja porque los bombardeos son muy fuertes y continuos, pero en el norte hay más ataques y más lanzamientos de cohetes», afirma.

Una amenaza que no solo procede de los bombardeos israelíes, si no de los propios milicianos.

Días antes de que se iniciara la operación, el servicio de emergencias de Gaza informó de que una niña había perecido al caer sobre su casa un cohete palestino lanzado desde la Franja que no logró superar el perímetro.

Ni se puede evitar, a veces, buscando el frescor nocturno en lugares abiertos al borde del mar.

Anoche, Asraf al Qedra, portavoz de emergencias de la Franja, informó de que dos personas perdieron la vida y 15 más resultaron heridas en una playa de Yan Yunis a causa del impacto de un misil lanzado desde un barco israelí.

Según el responsable, las familias se habían reunido en la arena ante la falta de electricidad en sus casas y en busca de aire fresco en la húmeda y cálida noche gazatí cuando cayó el proyectil. EFE

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Foto de la Agencia EFE. Palestinos lloran por la muerte de un niño de tres años, quien junto a su familia, resultaron víctimas de los bombardeos de Israel en la franja de Gaza.

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