General Alzate, liberado por las FARC, se reúne con el ministro de Defensa

Fotografía cedida por el ministerio de defensa del general Rubén Darío Alzate (d), el cabo Jorge Rodríguez (2d) y la abogada Gloria Urrego (3i), liberados el domingo 30 de noviembre de 2014, por las FARC, durante un encuentro con el ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón (2i), y altos mandos militares en la base militar de Rionegro, cercana a la ciudad de Medellín (Colombia) hoy, domingo 30 de noviembre de 2014. EFE/Mauricio Orjuela/MINISTERIO DE DEFENSA/

BOGOTÁ, Colombia (AP) — Aunque el general del ejército colombiano Rubén Darío Alzate y sus dos acompañantes fueron liberados el domingo por la mañana por las FARC, la reanudación del proceso de paz entre el gobierno y los rebeldes se mantiene en suspenso.

El general, el cabo del ejército Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, tras su traslado en horas de la tarde a Bogotá, permanecían internados en el Hospital Militar, donde los galenos entregaron a los periodistas un reporte satisfactorio de su salud.

Los liberados, que esperaban reunirse con sus familias, no darán declaraciones hasta que se termine el protocolo médico y psicológico, según informó la institución militar, que no precisó cuánto tardará ese proceso.

El general y sus acompañantes, quienes fueron tomados como prisioneros el 16 de noviembre en el departamento de Chocó, en el oeste colombiano, fueron entregados en la jornada al Comité Internacional de la Cruz Roja en el caserío de Vegaez, a orillas del río Arquía.

La liberación la coordinó el jefe rebelde «Pastor Alape», quien viajó desde Cuba hasta Chocó.

La esposa del general, Claudia Farfán, celebró la noticia. «Estoy infinitamente feliz. Volví a sonreír», dijo en diálogo telefónico con The Associated Press.

Por causa de la retención de Alzate —el militar de mayor rango en caer en manos de las FARC_, el presidente Juan Manuel Santos suspendió temporalmente los diálogos que adelanta desde fines de 2012 en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

En un comunicado divulgado el domingo, Santos consideró que la liberación «es una decisión que contribuye a recuperar el clima propicio para continuar los diálogos» bajo los mismos seis puntos de la agenda pactada y sin un cese bilateral del fuego.

No se conoce, empero, una directriz del gobierno hacia el equipo negociador para regresar a La Habana y retomar las negociaciones.

En tanto, desde La Habana, el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, condicionó la continuación de los diálogos a «rediseñar las reglas de juego porque… no puede estar sometido a ningún tipo de acciones precipitadas e irreflexivas que aplacen el advenimiento de nuestra reconciliación».

Márquez invitó a Santos «a pensar que no podemos darle más largas al absurdo de unos diálogos de paz en medio de la guerra».

Por su parte, el líder guerrillero Jesús Santrich dijo a la AP que el proceso «no debió suspenderse». En su opinión, «el puente de confianza se ha resquebrajado y hay que volverlo a tener».

El rebelde, cuyo nombre legal es Seusis Pasivas Hernández, agregó que la delegación de las FARC en Cuba espera que vuelva la comitiva del gobierno a la isla, pero que aún se desconoce cuándo van a reanudarse los diálogos.

«A nosotros nos corresponde ahora reacomodar las fichas del tablero de ajedrez y rehacer el puente de confianza», manifestó Santrich en diálogo con AP en un hotel de la capital cubana.

Según el rebelde, las dos partes deberán ahora «replantear las condiciones de cómo van los diálogos, porque no podemos estar a expensas de los caprichos del gobierno, que cuando quiera suspende y cuando quiera continúa».

Santrich dijo que el grupo rebelde es optimista porque en el diálogo de paz las partes ya lograron tres acuerdos parciales y «un avance substancial en el tema de las víctimas del conflicto».

«No nos vamos a levantar de la mesa hasta que lleguemos a un acuerdo final, ese es el compromiso que tenemos con el pueblo, es el mandato que nos han dado nuestros guerrilleros, pero que continúe el diálogo depende también de la contraparte», manifestó.

No está claro qué estaba haciendo Alzate en esa peligrosa zona de Colombia sin su esquema de seguridad. Varios legisladores han dicho que, apenas sea liberado, deberá ofrecer explicaciones al Congreso.

Alzate, de 55 años, es un prestigioso estratega de contrainsurgencia que en enero fue nombrado por Santos comandante del recién creado grupo Titán para luchar contra la guerrilla en Chocó.

El martes las FARC habían liberado a dos soldados retenidos el 9 de noviembre en el noreste colombiano.

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