Yuba (EFE).- El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, reiteró hoy su compromiso por lograr la paz mediante negociaciones y poner así fin al conflicto que afecta a su país desde diciembre de 2013.
El mandatario sursudanés hizo el anuncio en un discurso en un mitin celebrado en la plaza Al Horriya (la Libertad), en Yuba, en el que aceptó «renunciar a su condición (de presidente) para ir a negociar en persona con su exvicepresidente Riak Machar» y líder de los rebeldes.
«Estuvimos a punto de alcanzar un acuerdo de paz si no hubiera sido por la intransigencia de Machar y los obstáculos que puso en la última ronda de conversaciones (en Adis Abeba)», recordó Kiir.
No obstante, instó a la comunidad internacional a desplegar mayores esfuerzos para lograr la paz en su país.
«Quiero reiterarles el compromiso de mi Gobierno para alcanzar la paz y espero de ustedes que dupliquen sus esfuerzos, pues yo estoy listo para negociar con Machar en cualquier lugar y tiempo con el auspicio de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD por sus siglas en inglés)».
El mandatario pidió a sus compatriotas tener paciencia y no perder la esperanza de llegar a un acuerdo de paz con los insurgentes, por lo que instó a todos a respaldar a su Gobierno para unificar el frente interno mediante el diálogo nacional, la tolerancia y trabajar para lograr la reconciliación y el consenso.
Asimismo, el jefe de Estado envió un mensaje a su rival Machar por la paz.
«Le digo a Machar que la paz en este país está nuestras manos, permítenos ponerle fin al sufrimiento de nuestro pueblo para compensarlo con la paz. ¿Qué ventaja tiene el poder que te hace matar a tu pueblo?».
Por último, mostró su desaliento por las amenazas de la comunidad internacional de imponer sanciones a los miembros de su Ejecutivo, en vez de alentar la paz tras el fracaso de la última roda de negociaciones, el pasado mes de marzo en Adis Abeba.
«Las sanciones en este momento afectarán a la economía nacional y aumentarán el padecimiento de nuestro pueblo», concluyó Kiir.
El 2 de enero, el mandatario decretó de manera unilateral un alto el fuego en el conflicto que enfrenta a sus fuerzas con los rebeldes de Machar desde diciembre de 2013.
Además, ofreció una amnistía a todos aquellos que hayan levantado sus armas contra el Gobierno si se presentan en las instituciones gubernamentales más cercanas. EFE
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