Los ejércitos de Corea del Sur y EEUU finalizaron hoy tras dos meses sus maniobras anuales conjuntas Foal Eagle que este año han sido las mayores hasta la fecha y han coincidido con una etapa de máxima tensión en la península coreana.
Las autoridades militares de Seúl anunciaron que los ejercicios a gran escala Foal Eagle, que involucran a fuerzas de infantería, navales y aéreas surcoreanas y estadounidenses, concluyeron este domingo «como estaba previsto», informó la agencia Yonhap.
En los ejercicios de este año, que comenzaron a principios de marzo, participaron más de 10.000 soldados estadounidenses y cientos de miles de efectivos surcoreanos, lo que los convirtió en los mayores de este tipo realizados nunca en la península de Corea.
Como viene siendo habitual, el régimen de Corea del Norte, que considera todas estas maniobras como un ensayo para invadir su territorio, ha criticado con dureza el despliegue militar que ha coincidido además con una etapa de especial tensión en la región entre Washington y Pyongyang.
El final de los ejercicios conjuntos se produce un día después de que el régimen norcoreano llevara a cabo su último ensayo de misiles, tras lanzar un proyectil balístico que explotó a los pocos minutos, según confirmaron Washington y Seúl.
Por su parte, EEUU ha decidido enviar a su portaaviones de propulsión nuclear USS Carl Vinson a la región como respuesta a los numerosos ensayos de misiles de Pyongyang.
Durante el mes de marzo, como viene ocurriendo desde hace años, estos ejercicios a gran escala se solaparon con las maniobras anuales de combate simulado, Key Resolve, entre los dos ejércitos aliados.
El ejercicio, que tuvo lugar durante dos semanas de marzo y que tienen como objetivo preparar respuestas ante posibles «provocaciones» de Pyongyang, coordinó en suelo surcoreano maniobras sobre el terreno o ejercicios de artillería a través de una simulación por ordenador. EFE