Conflictos armados no internacionales se duplicaron este siglo dice Cruz Roja

La guerra en Siria ha sumido al 80% de sus habitantes en la pobreza, ha reducido la expectativa de vida en 20 años y ha llevado a pérdidas económicas masivas calculadas en más de 200.000 millones de dólares desde que el conflicto comenzó en 2010, de acuerdo con un informe divulgado el miércoles 11 de marzo de 2015 respaldado por la ONU. (Foto AP/Muhammed Muheisen, archivo)

El número de conflictos armados no internacionales aumentó más del doble desde inicios de este siglo, según un estudio publicado hoy por el Comité Internacional de la Cruz Roja.

El informe también descubrió que hay más partes implicadas en los conflictos que antes y que en los últimos 6 años han surgido más grupos armados que en los 60 años anteriores.

Ello supone un aumento del peligro para los civiles y un reto «aún mayor» para los trabajadores humanitarios, según el comité.

El informe revela que solo un tercio de los conflictos tienen lugar entre dos partes y que en el 44 % de los casos participan entre tres y nueve fuerzas.

En una cuarta parte de los Estados en conflicto hay más de diez partes beligerantes en su territorio.

Por ejemplo, a finales de la guerra de Libia en 2011 se registraron 236 grupos armados solo en la ciudad de Misrata, mientras que más de 1.000 grupos armados lucharon en Siria en 2014.

El estudio también observó que grupos yihadistas participan en un 40 % de los conflictos actuales.

Al mismo tiempo, una «amplia mayoría» de las intervenciones extranjeras se dirigen contra grupos yihadistas.

El estudio denominado «El origen de la moderación en la guerra» tiene por objeto facilitar la comprensión sobre los cambios de dinámica en el campo de batalla y defiende que el diálogo con los grupos armados «produce resultados positivos para la población y los trabajadores humanitarios».

En este sentido, constata que se puede ejercer mayor influencia sobre los grupos armados «si se comprende la manera de instaurar una cultura que favorezca la moderación y los límites».

Grupos empresariales, religiosos y comunitarios son potenciales fuentes de influencia para esta cultura.

El informe también concluye que la interacción con grupos armados de la oposición no debería ser ilegal, ya que resulta contraproducente para las iniciativas destinadas a mejorar el respeto por las normas humanitarias. EFE

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