Ecuador y el mundo: una relación conflictiva

Mónica Rojas y Luis Luna Osorio
Quito, Ecuador

La percepción de un país en el resto del mundo es elemento clave para todo gobierno, o al menos, debería serlo. Mantener una buena relación con potenciales socios comerciales, inversionistas internacionales y acreedores es esencial al momento de buscar fuentes alternativas de financiamiento, atraer capitales y consolidar nuevos mercados que favorezcan el dinamismo de la producción nacional. Contar con mayor o menor apoyo por parte de la comunidad internacional, depende de la percepción que ésta tenga sobre el país, la cual se forma a través de las señales que el mismo país envía mediante sus políticas, y el manejo de las mismas.

Tabla 1. Rendimiento y calificación de los papeles de deuda de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Venezuela

País Vencimiento y Rendimiento del Bono Calificación
S&P
Ecuador 2020 19,0% B
Colombia 2020 7,1% BBB
Perú 2020 6,4% BBB+
Bolivia 2022 5,3% BB
Venezuela 2020 33,8% CCC

Fuente: S&P

El vencimiento de los bonos es el año 2020 excepto para Bolivia que no tiene bonos que maduren ese año. Para este país se usan los bonos con vencimiento al 2022 como proxy.

El espejismo creado por la bonanza derivada de los altos ingresos petroleros parecería haber alterado las decisiones del gobierno ecuatoriano en materia de política exterior haciendo que se prefiera el aislamiento por sobre el aperturismo. No obstante, este comportamiento ha comenzado a pasar factura, ya que debido a la coyuntura actual (la cual incluye caída de los ingresos petroleros, balanza comercial deficitaria, profundización de la salida de divisas, y reducción de la actividad productiva) el país se ha visto en la obligación de buscar apoyo financiero en el exterior lo cual se le ha hecho  muy difícil y en el mejor de los casos muy caro.

Hay que enfatizar que otro factor importante que ha afectado nuestra capacidad para acceder a financiamiento ha sido la declaratoria de ilegitimidad de la deuda externa del país, situación que aumentó la desconfianza de potenciales acreedores con respecto a la intención de pago del Ecuador. Esto último se ve reflejado en el costo de financiamiento del Ecuador en comparación a sus vecinos o a países con economías similares, y en el castigo sobre los intereses (por riesgo país) o los plazos de los créditos a los que ha accedido el Ecuador en el último año. Como se puede observar en el Gráfico 4,  el riesgo país subió más de 1.000 puntos, desde 417 a 1458 puntos entre octubre 2014 y octubre 2015. En la Tabla 1, en relación a los vecinos, el rendimiento de papeles de deuda del país es muy superior a Colombia, Perú y Bolivia. Un objetivo como país debe ser no llegar a una calificación y percepción de riesgo tan elevado como Venezuela que es considerado ya “país fallido”.

 gráfico 4

Por otro lado en el ámbito comercial, en los últimos años, la balanza comercial no petrolera ha registrado déficit. Este comportamiento obedece en gran medida al incremento del gasto de consumo de los hogares, producto del aumento de ingresos por el importante crecimiento del gasto público. Como se recordará, durante el primer trimestre del 2015, en un intento por frenar el nivel de importaciones y reducir la salida de divisas, y con el argumento de impulsar la industria nacional y el cambio de matriz productiva, el gobierno estableció salvaguardias a cerca de 2.500 productos con sobretasas arancelarias de entre 5% y 45%. Si bien esta medida logró, alcanzar parcialmente el objetivo de reducir el volumen de importaciones en los primeros meses de aplicación (Gráfico 5), el costo de la medida no ha sido despreciable. También se observan las siguientes distorsiones: 1) incremento del contrabando en las fronteras, y por ende dificultad en contener la salida de divisas; 2)  reducción en el nivel de bienestar de los consumidores, por el menor acceso en cantidad y variedad de productos de consumo y por tener que pagar precios más elevados en los productos de consumo; y 3) mayores costos de producción para productores que requieren de materia prima e insumos o bienes de capital importados, lo que a su vez resta productividad y competitividad a la industria nacional y dificulta el acceso de la producción local a los mercados internacionales. En este punto es necesario enfatizar que la competitividad está relacionado con la eficiencia en el proceso de producción. Por consiguiente las condiciones que permiten alcanzar dicha eficiencia deben basarse en reglas claras que no distorsionen el mercado. Y por sobre todo recordar que, la competitividad y productividad en un sector productivo no se alcanza a través de generar distorsiones en el mercado como modificar los precios relativos a través de medidas restrictivas al comercio o manejo de la divisa.

 

gráfico 5

En cuanto a consolidar mercados fuera de nuestras fronteras para la producción nacional, hay que destacar que en los últimos años Ecuador no ha logrado acuerdos comerciales importantes por el contrario ha seguido una estrategia aislacionista. Un ejemplo de este comportamiento es la auto-exclusión del Ecuador de la Alianza del Pacífico así como su alejamiento de los mercados de EEUU y de sus inmediatos vecinos, tales como Colombia y Perú, mercados que por su cercanía y tamaño son considerados mercados naturales para el Ecuador. Sin perjuicio de lo señalado, la suscripción de un acuerdo comercial con la Unión Europea es una iniciativa que debe ser reconocida y destacada no obstante nuestra política aislacionista con Colombia y Perú está poniendo en riesgo dicho acuerdo. De llegarse a dar este acuerdo, este no debería ser un esfuerzo aislado sino que debería ser apoyado por un conjunto de políticas congruentes con un objetivo macro de mayor apertura comercial. En efecto, mientras se ha priorizado acuerdos con mercados  distantes y menos accesibles para la producción nacional, como por ejemplo Bielorrusia, Indonesia, Catar e Iraq (estos dos últimos en proceso) no se ha dado la importancia debida a la integración regional con Colombia, Perú y Bolivia. Si bien se han promovido nuevos mercados como China y Corea del Sur, en el caso del primero para satisfacer esos mercados se requiere de grandes economías de escala que aún no posee el país y requieren de tiempo e inversiones, y en el caso del segundo los acuerdos son limitados a actividades específicas en áreas de tecnología y ciencias. Por lo tanto, en este ámbito también se observa una contradicción entre los objetivos y las políticas aplicadas.

En cuanto a la capacidad del país para atraer inversión extranjera, si se compara la inversión extranjera recibida por Colombia y Perú con la que nosotros recibimos (en montos),  la de nuestros vecinos alcanzó niveles significativamente superiores a la de nosotros durante los últimos años (Tabla 2). En materia de política económica no es solo lo que se anuncia a los mercados sino la manera cómo se procede en todo el ámbito del quehacer económico lo que afecta la confianza de los inversionistas. Por ejemplo los beneficios o exoneraciones tributarias no generan confianza si por otro lado se mantienen políticas  que afectan negativamente a los incentivos de los inversionistas tales como el impuesto a la salida de divisas (ISD). Con respecto a este caso en particular, pese a que el ISD buscó frenar la salida de divisas también redujo el ingreso de capitales y de inversión extranjera, ya que aumentó el costo de oportunidad de inversión en el país, y los inversionistas lo percibieron como un impuesto indirecto a la inversión. Adicionalmente el ISD produjo una distorsión adicional similar a una depreciación implícita del dólar. En efecto, el dólar de una persona natural o jurídica residente en  Ecuador tiene 5% menos poder adquisitivo que el mismo dólar en el resto del mundo.

Tabla 2. Inversión Extranjera Directa Neta (en millones de dólares)

País 2012 2013 2014 I semestre 2015
Ecuador 584,5 731,7 766,5 n.d.
Perú 11.918 9.298 7.885 4.038
Colombia 15.039 16.209 16.151 5.416

Fuente: Banco Central del Ecuador

 

En conclusión, el manejo de la política externa de un país que busca insertarse en el contexto internacional debe ser de prudencia, lo cual implica mantener saludable las expectativas de los mercados enviando mensajes claros de una política económica alineados con estrategias que favorezcan un aperturismo que conduzca al crecimiento de la economía. Ejemplos de mensajes claros serían honrar nuestros compromisos crediticios (como el pago de US$ 650 millones en bonos que vencen en diciembre), así como tomar medidas correctivas que envíen señales claras y firmes de la decisión de mantener la dolarización todo esto dentro de un esquema de manejo pragmático de los acuerdos comerciales, dando preponderancia aquellos  que beneficien al país en términos de oportunidades de comercio, y dejando a un lado cualquier tipo de consideraciones ideológicas.

 

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