Camellando en el camino

Lo vi la mañana del martes 23 de agosto, en Ecuavisa. Sí, una pareja en Guayas decidió hacer justicia —vial— por mano propia. Los motivó el abandono de los caminos rurales. Y también la crisis.

Fue en la vía de Naranjito a Marcelino Maridueña, que la prefectura del Guayas no ha arreglado, pero ofrece pronto arreglar. Ojalá. Mientras tanto, sin trabajo ni dinero, la susodicha pareja mejora la vía a cambio de lo que recauda de la buena voluntad de los transeúntes. Con ello consiguen algo para sobrevivir, mientras resuelven lo que las autoridades nacionales y provinciales, todas del mismo grupo político, no han cumplido tras administrar más plata que nunca en la historia: caminos de calidad en el sector rural.

Esto es pan de todos los días: mientras el Gobierno exhibe carreteras pagadas con nuestro petróleo y en Guayas siguen las concesiones pagadas con nuestros peajes —lo cual está bien, si no hay sobreprecio—, los caminos están destrozados en el agro, cuyas exportaciones sin embargo hoy mantienen la dolarización para todos.

Lo inusual entonces no es el problema, sino la creatividad de una pareja empujada por la crisis. Ante la inacción de los funcionarios, no se quedaron en la queja: actuaron. Ante el desempleo que sufre el país, no se quedaron en su casa: salieron a buscarse la vida.

Ignoro los nombres de este matrimonio que cumple, por necesidad, lo que tocaba a quienes cobran sueldo con nuestros impuestos. Pero es gente como ellos —y tantos que no son descubiertos por una cámara— la que saca adelante al Ecuador a pesar de los políticos. Gracias, mil gracias, por su ejemplo.

@hectoryepezm

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