El 30S se recuerda con alegría en la Plaza de San Francisco

Rafael Correa, el 30 de septiembre de 2014. API/Juan Cevallos

El presidente de la República, Rafael Correa, ha presidido este martes, la conmemoración de los cuatro años del 30 de septiembre de 2010, cuando una sublevación policial por la política salarial terminó con una balacera en las afueras del Hospital de la Policía, en Quito, en la que murieron seis personas, y más de 300 quedaron  heridos. Correa sostiene que esa día fue secuestrado en el Hospital y que ocurrió un intento de golpe de Estado, en el que se intentó asesinarlo.

El pasado 26 de agosto, un tribunal condenó a seis policías a doce años de prisión acusados de intentar asesinar al Presidente la noche del 30S. Los condenados alegan su inocencia y dicen que han sido condenados sin pruebas.

“Dicen que vamos a bailar sobre las tumbas de los caídos, pero vamos a recordar el día que triunfó la democracia”, manifestó Correa durante su discurso ante los simpatizantes del gobierno y militantes del movimiento PAIS.

Durante su intervención, el primer mandatario mencionó los nombres de los fallecidos y heridos de aquel día. En las inmediaciones del hospital murieron cinco personas (un estudiante, un policía y dos soldados), otro uniformado falleció en una situación confusa en el centro de Quito mientras que en otras zonas del país se registraron otras cinco víctimas en hechos violentos.

Lo que inició como protestas de policías por reclamos salariales derivó en un intento de golpe de Estado, señaló Correa, pero “lo que se tumbó fue su maldad porque la gente salió a defender a la Revolución Ciudadana”, dijo y rememoró los sucesos de hace cuatro años desde que ingresó al Regimiento Quito hasta su salida del hospital en medio de una balacera.

Cerca del mediodía del 30 de septiembre de 2010, el Canciller Ricardo Patiño convocó al pueblo a salir a las calles a defender al gobierno de lo que dijo se trataba un intento de golpe de Estado. Los partidarios del régimen, desarmados, enfrentaron a los policías sublevados. En el enfrentamiento murió al menos un estudiante, Juan Pablo Bolaños, en memoria de quien la subsecretaria de los Pueblos, Rosa Mireya Cárdenas, ha colocado esta mañana una placa en una calle de Quito.

“La gente salió espontáneamente, por miles, a defender a su presidente (…) El pasado no volverá (…) otro 30-S nunca más compatriotas”, enfatizó Correa, quien aclaró que el evento de conmemoración de este martes no se financió con fondos públicos, sino con el aporte de los adherentes de Alianza PAIS, el movimiento nacional más grande con un millón de militantes.

En medio de consignas de la ciudadanía que pedían «reelección, reelección», el presidente Correa reiteró que «aquí lo importante no es la reelección de una persona sino la reelección de la Revolución Ciudadana». Al momento, la Corte Constitucional estudia un proyecto para promover enmiendas constitucionales, que entre otras cosas, busca implantar la reelección indefinida para todos los cargos.

También pidió estar alertas a la «restauración conservadora» o resurgimiento de grupos de derecha que se articula nacional e internacionalmente para impedir que gobiernos de izquierda se mantengan en la región.

En medio de la conmemoración de esta noche se ha leído la «Declaración de Quito», formulada por decenas de representantes de movimientos latinoamericanos asociados con el «Socialismo del Siglo XXI», reunidos en un Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP 2014), cuya clausura ha coincidido con la conmemoración.

En la declaración final, el ELAP, organizada por el movimiento oficialista de Ecuador, Alianza País, convocó a todas las formaciones progresistas del continente a robustecer la integración y apoyar esfuerzos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), entre otros.

El ELAP se ha propuesto, además, «radicalizar la democracia» en los países donde ejercen gobiernos «progresistas· y profundizar la participación de colectivos de jóvenes y mujeres en los debates políticos.

Asimismo, alertó del «peligro inminente» de una «contraofensiva» de la derecha conservadora para intentar retomar el poder en esas naciones a través de campañas mediáticas contra los gobiernos «progresistas».

Jorge Glass vicepresidente de la República y Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea Nacional.
Jorge Glas vicepresidente de la República y Gabriela Rivadeneira presidenta de la Asamblea Nacional.
Simpatizantes del movimiento Alianza País ya se concentran en la Plaza San Francisco de Quito.
Simpatizantes del movimiento Alianza País ya se concentran en la Plaza San Francisco de Quito.

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