El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, trazó su hoja de ruta para erradicar la violencia contra menores de edad, en especial la de índole sexual que tiene lugar en los espacios educativos, un fenómeno que preocupa a la sociedad ecuatoriana tras las recientes denuncias de varios casos.
En una reunión especial encabezada por Moreno, el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano, y el titular del Consejo de la Judicatura, Gustavo Jalkh, los participantes analizaron la reciente ola de denuncias registradas en centros educativos del país y las medidas aplicadas hasta ahora.
«Nos hemos reunido para intercambiar criterios, opiniones, plantearnos cuáles van a ser nuestras expectativas, nuestras esperanzas, pero, sobre todo, las acciones que debemos tomar para afrontar este terrible problema que afronta la sociedad y que tiene aterrorizado a niños, que tiene aterrorizado a padres», enfatizó Moreno, según un comunicado oficial.
Ecuador se vio sorprendida el mes pasado por varios casos de abuso sexual a menores por parte de maestros en centros en educativos, el más grave en Guayaquil y que podría haber afectado a decenas de niños de ambos sexos.
Jalkh destacó que existen 4.000 acusaciones legales que están en proceso de indagación y que se está trabajando para afianzar los protocolos de atención ante este tipo de denuncias, así como la de evitar la «revictimización» de los afectados.
Moreno recalcó que entre las iniciativas gubernamentales implementadas para paliar esta situación está la campaña «Más Unidos, Más Protegidos», que ha lanzado el Ministerio de Educación y que incluye un video animado sobre cómo deben comportarse los menores antes este tipo de situaciones.
El video insta a los niños a no quedarse callados y contar lo ocurrido a personas de su confianza, y les explica qué partes del cuerpo son íntimas y no deben ser tocadas por nadie más.
El proyecto del Gobierno busca «comprometer a estudiantes, padres y autoridades educativas para prevenir y desterrar situaciones que vulneren los derechos de los menores, garantizando espacios de paz y lograr un mejor aprendizaje dentro del sistema educativo con la prevención de problemáticas psicosociales de los niños, niñas y adolescentes», agrega el comunicado.
En la reunión, el ministro de Educación, Fander Falconí, insistió en que la iniciativa se plantea como «una alternativa para salir de una sociedad que propicia la desigualdad y el machismo, condiciones que crean un contextos para que estas prácticas sigan repitiéndose». En este sentido manifestó su consternación y solidaridad con los niños víctimas de violencia y sus familias y afirmó que el sistema educativo debe caracterizarse por su «calidad, innovación, cobertura y defensa de derechos».
En el encuentro se decidió la creación de una mesa de trabajo interinstitucional, encabezada por el Ministerio de Educación, para la definición de una política de Estado de prevención y a la vez sancionadora, que «viabilice la creación de un Sistema Nacional de Protección de Derechos». EFE