Moreno mantendrá protección a Assange aunque «no resulta cómodo»

QUITO-ECUADOR (6/02/2018). Diálogo del Presidente Lenín Moreno con los medios Internacionales y Nacionales. FOTOS API/CRISTINA VEGA.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, insistió hoy en que su país mantendrá la protección al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado desde 2012 en la embajada del país andino en Londres, pese a que considera que es un «problema heredado» que «no resulta cómodo».

Moreno, en una conversación con corresponsales extranjeros en el Palacio presidencial de Quito, calificó el caso de Assange como «un problema heredado» y que «no resulta cómodo, bajo ninguna circunstancia, para ningún país».

El mandatario ecuatoriano ha llamado la atención de Assange varias veces por sus comentarios sobre asuntos internos de otros países y le ha pedido que respete las condiciones de asilo al que está sometido.

Sin embargo, Moreno aseguró que el compromiso del país es «seguir protegiendo la vida del señor Assange, que pensamos que corre peligro«.

Además, mencionó que ha conversado del tema con el embajador de Estados Unidos en Quito, John Todd, al que ha transmitido la posición de que Ecuador tiene el derecho, como todo país, de proteger a las personas que considere, en estricto apego al derecho internacional.

El pronunciamiento de Moreno se dio poco después de que la Justicia británica anunciará su decisión de mantener en vigor la orden de detener a Assange, si abandona la embajada de Ecuador en Londres, a pesar de que Suecia retiró en mayo del año pasado la petición de extradición por acusaciones de supuestos delitos sexuales que pesaba sobre él.

La juez de la Corte de Magistrados de Westminster Emma Arbuthnot dictaminó que el fundador del portal WikiLeaks debe responder todavía por haber vulnerado los términos de su libertad condicional cuando se encerró en la legación diplomática.

Assange, de 46 años, no se presentó ante un tribunal que requería su presencia el 29 de junio de 2012, pocos días después de haberse refugiado en la embajada, una ofensa que puede acarrear una pena máxima de un año de prisión en el Reino Unido.

La magistrada del tribunal de Westminster rechazó los argumentos que esgrimió hoy la defensa, que consideraba que la orden de detención ha perdido su propósito una vez que Suecia ya no le reclama. EFE

(I)

Más relacionadas