Corte llama a juicio a Ricardo Patiño por «instigar a la violencia»

Ricardo Patiño, el 28 de octubre de 2018, en Latacunga. Captura de pantalla de un video del Partido de la Revolución Ciudadana en YouTube.

Una corte de Cotopaxi convocó este lunes a un juicio contra el excanciller Ricardo Patiño, quien ha sido acusado de instigar a la violencia durante un encuentro de un grupo político opositor al Gobierno del presidente Lenín Moreno.

El juez Marcelo Palomo, de la Corte de Justicia de la provincia andina de Cotopaxi (centro), acogió el pedido de la Fiscalía General del Estado y llamó a juicio a Patiño, contra quien pesa una orden de prisión preventiva, con fines de investigación, según informó el Ministerio Público en un comunicado.

Sin embargo, el proceso quedó suspendido debido a que Patiño abandonó el país hace algunos meses, precisa el escrito.

El proceso obedece a una denuncia presentada contra Patiño, quien en octubre del año pasado, durante un discurso político, llamó a ocupar instituciones públicas y a cerrar vías en lo que llamó una «resistencia combativa».

El pasado 9 de mayo, el mismo juez había sustituido la prisión preventiva contra Patiño y fijado una fianza de 50.000 dólares, aunque ahora insistió en la primera ante la ausencia del acusado.

La Fiscalía de Cotopaxi acusó a Patiño de instigación en base a una investigación abierta el 27 de octubre de 2018, a raíz de una denuncia interpuesta por Juan Carlos Machuca.

Ese ciudadano acusó al exministro de haber incitado a la discordia, tras llamar a la movilización y a ocupar instituciones.

Patiño era considerado el colaborador más cercano al expresidente Rafael Correa (2007-2017), después de que el exvicepresidente Jorge Glas ingresó en prisión a finales de 2017, tras ser condenado por un caso de asociación ilícita en la trama de sobornos de la firma Odebrecht, que él niega.

Patiño fue ministro de Economía, de Relaciones Exteriores y de Defensa de Correa, quien reside en Bélgica y quien tiene orden de prisión preventiva por el secuestro, en Bogotá, del opositor Fernando Balda, en 2012, cuando había huido del país por la persecución del régimen. Los secuestradores de Balda, dos agentes de la Secretaría de Inteligencia, confesaron en el proceso que realizaron el secuestro por orden de Correa, quien lo niega.

Correa y varios de sus colaboradores han expresado ser víctimas de una persecución política por parte de grupos de derechas y del Gobierno de Moreno, también un excorreligionario suyo convertido ahora en uno de sus más acérrimos rivales políticos. EFE

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